Por realizar un “activismo judicial para avalar un supuesto derecho a decidir”, el Colectivo Mujeres Libres y Soberanas acusó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de carencia de base jurídica, científica y objetiva al resolver casos de aborto.
Angélica Pérez del Valle, integrante y vocera del colectivo, explicó que el 28 de septiembre es un “día impuesto para la Acción Global por el Aborto”, el cual no es reconocido ni en la legislación nacional ni en la internacional.
Dijo que, por ello, el colectivo exige a la SCJN parar su promoción de ideologías y apegarse a la constitución en sus análisis.
Señaló que desde su creación en el 2020, el Colectivo de Mujeres Libres y Soberanas, sigue los casos de aborto presentados ante la SCJN, la cual resuelve con base en una argumentación carente de base jurídica, científica y objetiva.
Pérez del Valle manifestó que “la SCJN se presenta como un gigante que, de manera aplastante, golpea a las mujeres que viven embarazo vulnerable y a las mujeres a favor del derecho a la vida”.
Por su parte la activista mexicana Paulina Mendoza, dijo que “se está omitiendo garantizar los derechos de las mujeres”, en especial de quienes viven un embarazo inesperado en situación vulnerable.
“No desconocemos las circunstancias de pobreza, violencia, abandono y confusión que las mujeres con un embarazo vulnerable viven; exigimos atender de raíz estas problemáticas”, aclaró.
Y enseguida explicó que, sin acciones violentas, es posible luchar por verdaderas condiciones de desarrollo para todas las mujeres y sus familias.
Paulina Mendoza expresó que el Colectivo da voz a las mujeres que no concuerdan con el discurso que reduce todas las problemáticas de la mujer, al tema del aborto.
“Declaramos que el aborto es violencia contra la mujer porque significa abandonar a la mujer embarazada en desamparo por parte de su pareja, su familia, el gobierno y la sociedad en general”, acusó Pilar Vázquez Calva, vocera del colectivo.
Enseguida hizo una petición a los que llamó “grupos radicales feministas” de México y de la región americana “que no hablen por todas, no todas pensamos que el aborto es la solución”.
Añadió que no todas están de acuerdo con las manifestaciones violentas desplegadas por esos grupos.
“Las mujeres latinoamericanas queremos verdaderas soluciones a los problemas que nos aquejan y no una agenda reducida a un solo tema”, señaló.
El colectivo reconoció a la sociedad civil que trabaja diariamente por mejorar las circunstancias de las mujeres más vulnerables, brindándoles las herramientas de vida para su desarrollo.
“Quiénes las acompañan antes, durante y después del embarazo, la adopción o un aborto, organizaciones que no abandonan a la mujer y que no niegan el dolor físico y psicológico tras vivir el trauma del aborto”, detalló.
En su oportunidad, Marcela Errecalde, integrante de Libres y Soberanas, informó que acompañan a los grupos en defensa del derecho a la vida que desde Brasil piden que su Suprema Corte respete la disposición constitucional, que reconoce la inviolabilidad del derecho a la vida.
“Pero ahora estaría a punto de ser borrada por vía judicial, siguiendo el mecanismo que padecemos en México, que denominamos un activismo permanente por legalizar y promover el aborto desde el Poder Judicial”, dijo.