El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp), afirmó que los primeros resultados para 2022 sobre la evolución de los indicadores económicos reflejan en su mayoría el estancamiento de la actividad económica tras el rebote natural después de la fuerte contracción del 2020.
Indicó que los especialistas pronostican un crecimiento de 2.0% en promedio para este año, aunado a que la inflación ha causado una tendencia declinante de los salarios en términos reales.
El organismo recordó que el Inegi reportó que durante todo 2021 el PIB creció 5.0%, esta evolución fue decepcionante al ser menor al de la mayoría de los pronósticos e insuficiente para recuperar lo perdido durante la pandemia.
Agregó que con este resultado el nivel real del PIB apenas recuperó el nivel que tenía en 2016 y en términos per-cápita es menor en 3.7%.
Indicó que esto no refleja una posición saludable de la economía, incluso hay señales en el sentido de que la situación de las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) ha empeorado, en 2020 y 2021 desaparecieron cerca de 400,000, y el magro dinamismo de los indicadores oficiales del consumo es innegable.
Indicó que la verdad es que las expectativas no son alentadoras y menos aún sin claridad en los objetivos oficiales. No hay duda de que en este momento es imperativo coordinar esfuerzos entre el sector privado y el gobierno con el fin de lograr una reactivación de la economía.
El Ceesp, indicó que del total de la población ocupada volvió a ubicarse por debajo de su nivel prepandemia en 200 mil trabajadores.
El organismo que depende del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), destacó que la precarización del mercado laboral, aumentó en enero en 3.5 millones de personas respecto a diciembre y en 4.4 millones respecto al mismo mes del año pasado. Así, el total de ocupados en estas condiciones se elevó a 17.3 millones de personas, o 31.2% de la población ocupada, su porcentaje históricamente más alto.
Señaló que la precarización del empleo también se muestra en la población ocupada por nivel de ingreso. En enero de 2022 la población que percibe hasta un salario mínimo (SM) se incrementó en 5.9 millones de personas -el aumento del total de la ocupación fue de 3.7 millones, por lo que el número de aquellos con más de un SM se redujo, de esta forma en el último año el segmento con ingresos de hasta un SM pasó de 25.4% a 34.3% de la población ocupada total, debido en parte a los fuertes aumentos del salario mínimo de los últimos años. No obstante, preocupa que casi tres cuartas partes de los ocupados en el segmento con ingresos de hasta un SM, reportan un ingreso inferior a este.
Destacó que el total de ocupados con ingresos mayores a un salario mínimo disminuyó en 3 millones de personas.
Finalmente señaló que ante la debilidad de la actividad económica en los últimos tres años y el impacto de la pandemia, al país le urge un entorno que pueda resultar en mayor bienestar y menor pobreza. De ahí la necesidad de cooperación de todos los agentes económicos para estimular un mayor dinamismo de la economía mexicana.