Estados Unidos anunció la creación de un panel de resolución de controversias en el marco del T-MEC para abordar las medidas implementadas por México en relación con el maíz biotecnológico.
La Representante Comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, declaró que el gobierno estadounidense está tomando esta medida en respuesta a las medidas mexicanas que prohíben el uso de maíz biotecnológico en tortillas y otros productos, alegando que estas medidas carecen de fundamentos científicos y ponen en peligro el acceso al mercado que México se comprometió a proporcionar en el T-MEC.
La controversia se centra en un decreto emitido por México el 13 de febrero de 2023, en el cual se prohíbe el uso de maíz biotecnológico en tortillas y masa, además de instruir a las agencias gubernamentales mexicanas a eliminar gradualmente el uso de este tipo de maíz en productos destinados tanto al consumo humano como a la alimentación animal.
Estados Unidos establece como argumento que estas medidas van en contra de décadas de evidencia científica que respalda la seguridad de los productos biotecnológicos y que socavan el espíritu del T-MEC.
Tai enfatizó la importancia de resolver estas preocupaciones y garantizar el acceso continuo de los consumidores a alimentos y productos agrícolas seguros y asequibles.
“Es fundamental que México elimine sus medidas de biotecnología inconsistentes con el T-MEC para que los agricultores estadounidenses puedan seguir accediendo al mercado mexicano y utilizar herramientas innovadoras para enfrentar los desafíos climáticos y de seguridad alimentaria”, dijo la embajadora Tai
El Secretario de Agricultura de Estados Unidos, Tom Vilsack, respaldó la medida, subrayando que la biotecnología agrícola desempeña un papel crucial en abordar los desafíos globales, como la inseguridad alimentaria y la crisis climática.
Vilsack afirmó que al solicitar el establecimiento de un panel de resolución de disputas con México, Estados Unidos continúa ejerciendo sus derechos en virtud del T-MEC para garantizar que los productores y exportadores estadounidenses tengan un acceso completo y justo al mercado mexicano.
“El enfoque de México hacia la biotecnología no se basa en la ciencia y va en contra de décadas de evidencia que demuestra su seguridad y el riguroso sistema de revisión regulatoria basado en la ciencia que garantiza que no represente ningún daño para la salud humana y el medio ambiente”, agregó Vilsack.
Este anuncio sigue a varios meses de diálogo y consultas técnicas entre Estados Unidos y México sobre las políticas de biotecnología. A pesar de estos esfuerzos, las dos naciones no han logrado llegar a un acuerdo para resolver la disputa. Ahora, el panel de resolución de disputas del T-MEC se convierte en un foro clave para abordar y resolver estas diferencias.