Por Víctor Barrera
A menos de 10 meses de celebrarse los comicios de mayor trascendencia en el país, el gobierno federal sigue preocupándose ante los resultados no tan positivos y por ello deberá presentar un paquete económico que detone no solo un crecimiento económico de 3 por ciento, sino además deberá intentar reflejar ese crecimiento en la alicaída economía familiar de un gran número de la población total en México. Del resultado de esto, posiblemente, dependerá la continuidad o no de su régimen.
Por tanto algo que será determinante es el contenido del paquete económico, que deberá presentarse en los primeros días del mes de septiembre. Hasta ahora, este gobierno solo ha entregado resultados derivados de la buena suerte y no de un planteamiento real con objetivos y forma de llegar a ellos, De tal forma que el crecimiento económico que se refleje al final de este año, será apenas el inicio de una recuperación luego del descalabro que sufrimos en el 2020, como consecuencia de la pandemia del coivd-19.
Si nos ceñimos a esta forma de actuar, es probable que el presupuesto para ejercerse en el 2024, tenga incrementos importantes en sus programas sociales, asistencialistas, buscando con ello que su efecto se refleje en los ingresos familiares.
Además buscará que sus mega obras, puedan acercarse a su conclusión y si es posible acelerar este proceso para manifestar que se cumplió con lo prometido, aunque en la realidad solo sea un efecto de ilusión y no de realidad.
Se buscará, a través de la propaganda, anunciar el inicio de las actividades de la refinería en Dos Bocas, Tabasco, aun que su producción sea mínima, se buscará aumentar el número de aviones que aterricen en el AIFA aun cuando solo sean de carga, para justificar su construcción, se iniciará la circulación del Tren Maya, para expresar su oportunidad de conectividad aunque en ello vaya la destrucción ecológica de la zona.
Se remozaran hospitales, que aun no se concluyen, para utilizar la fotografía como el cumplimiento de un sistema de salud mejor y muy cercana al de Dinamarca. Por tanto las partidas presupuestales para esas obras también tendrán un incremento importante.
Para compensar esos gastos se eliminaran los gastos suntuosos de organismos como el INE y el Tribunal Electoral, así como del Poder Judicial, pero si no se alcanzará a cubrir el gasto a realizar, se buscara un aumento de la deuda publica “en términos razonables”, todo esto aprobado por la mayoría que representa la alianza “Juntos Haremos historia” que se convirtió en histeria.
Será el titular de la Secretaria de Hacienda y Crédito público, Rogelio Ramírez de la O, quien se encargara de presentar las cifras para manifestar que se alcanzará un crecimiento del 3.5 por ciento en su limite inferior o hasta un 4 por ciento, basado en la recuperación recaudatoria que el SAT.
Por tanto la Ley de Ingresos, miscelánea fiscal y Presupuesto de Egresos serán fundamentales para influir en el animo del electorado y que la corcholata de López Obrador pueda obtener el triunfo y con ello lograr la anhelada continuidad, que le permitirá al tabasqueño salir sin problema de alguna posible investigación sobre el uso de los recursos públicos. Esto, con el uso de algunos de esos recursos para establecer una estrategia del convencimiento del voto a favor de la corcholata.
El paquete económico también tendrá que soportar los recursos a utilizarse para el fortalecimiento de las empresas productivas del estado, PEMEX y CFE, con el objetivo de evitar alguna otra degradación crediticia ya no en estos organismos sino en el peso de las finanzas públicas, del gobierno federal para hacer frente a su deuda.
Por tanto el paquete económico obtiene una relevancia para tratar de convencer al pueblo sabio que la continuidad es lo mejor, porque vivir de ilusiones siempre ha sido mejor que mirar la realidad.