El Banco de México (Banxico) no tendría intención de modificar su «postura absoluta» de política monetaria aun si la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos decide aumentar nuevamente la tasa de interés de referencia, dijo el subgobernador del instituto central, Jonathan Heath.
La Fed estadounidense subió la tasa clave un cuarto de punto porcentual la semana pasada, a un rango objetivo de entre 5.25 y 5.50 por ciento, mientras Banxico decidió mantenerla en 11.25 por ciento a finales de junio por segunda vez consecutiva, advirtiendo un panorama inflacionario complejo pese al descenso de los precios.
En una entrevista para un podcast del grupo financiero Banorte difundida el miércoles, Heath afirmó también que el emisor mexicano debe mantener la actual postura restrictiva «por un buen tiempo» y esperar a que surta efecto, sin anunciar aun cuándo podría comenzar a rebajar el banco central la tasa.
«De aquí en adelante, no queremos, o por lo pronto, con la información que tenemos, modificar nuestra postura absoluta. Aún en el caso de que la Reserva Federal decide dar un aumento más o no», indicó el subgobernador.
El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) de México se ubicó en la primera quincena de junio en un 4.79 por ciento interanual, su menor nivel desde marzo de 2021, aún por encima de la meta oficial, reforzando las apuestas a que Banxico mantendrá la tasa clave en su máximo histórico hasta finales de año.
Pese a los datos, Heath detalló que Banxico no puede descartar «algún escenario alternativo» donde deba endurecer todavía más la postura monetaria y advirtió que la persistencia de la inflación, sobre todo subyacente, pudiera ser un factor a considerar en próximas decisiones de política monetaria.
El subgobernador consideró que la inflación debe de seguir bajando, pero pudiera ser una «tarea difícil, frágil» que en cualquier momento puede verse interrumpida, y advirtió que, tras remitir las presiones externas, hay que atender las internas, «muy idiosincráticas» de la economía local, como la seguridad.
Por último, dijo que Banxico tiene «indicaciones» de que el PIB mexicano va a seguir creciendo al ritmo actual y abogó porque el tipo de cambio sea «lo más flexible posible» y no sea manipulado para llevarlo a un nivel donde no debería de estar, ante el fuerte avance experimentado recientemente por el peso.