La pausa al ciclo alcista de la Reserva Federal no duró nada: El Banco Central de Estados Unidos cumplió con los pronósticos y elevó en 25 puntos base su tasa de interés por undécima vez desde 2022.
Con esto, el referencial quedó en un rango de 5.25 y 5.5 por ciento, su nivel más alto desde 2001, esto en medio de la lucha de la Fed contra la inflación que, si bien va a la baja en EU, aún está lejos del rango objetivo.
“Los indicadores recientes sugieren que la actividad económica se ha estado expandiendo a un ritmo moderado. La creación de puestos de trabajo ha sido sólida en los últimos meses y la tasa de desempleo se ha mantenido baja”, dijo la Fed, que subrayó que la inflación sigue elevada.
El tono del comunicado de la Reserva Federal se mantuvo igual, pues sostuvo que tomará en cuenta “el endurecimiento acumulativo de la política monetaria; los rezagos con los que la política monetaria afecta la actividad económica, la inflación, y las condiciones económicas y financieras” en sus próximas decisiones sobre la tasa de interés.
En resumen, la Fed proyectó que los funcionarios del Comité Federal del Mercado Abierto mantienen abiertas sus opciones para aplicar una nueva subida en la reunión de septiembre, aunque también podría darse una nueva pausa dependiendo de los datos más recientes de la economía.
La reanudación de los aumentos a la tasa se veía venir por parte de la Fed después de la publicación de las minutas de su última reunión, que revelaron que algunos miembros del Comité Federal de Mercado Abierto plantearonesya favor de un nuevo aumento..
“Algunos participantes indicaron que estaban a favor de elevar el rango objetivo para la tasa de fondos federales en 25 puntos base en esta reunión o que podrían haber apoyado tal propuesta”, se observó en el documento.