Una de las principales células criminales antagónicas a la La Unión Tepito fue desarticulada por agentes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), a la que le aseguraron en diferentes cateos, más de 200 kilos de cocaína, tres armas de fuego, medio millón de pesos en efectivo, 14 vehículos y diversos equipos de telefonía.
Se trata de una organización delictiva que operaba principalmente en la alcaldía Xochimilco, donde forjaban las dosis o pedidos y posteriormente la distribuían hacia otras alcaldías de la Ciudad de México como Coyoacán, Iztacalco, Iztapalapa, Gustavo A. Madero y desde luego Xochimilco.
El titular de la dependencia, Omar García Harfuch, informó que esta investigación se extendió por más de cuatro meses y en ella se ocuparon drones para efectuar las vigilancias del criminal, lo que derivó en la captura de cinco individuos, entre ellos, su líder Mario Alberto “M”.
Despliegues operativos dieron como resultado la detención de cinco personas que formaban parte de una organización delictiva relacionada con el trasiego de cocaína entre ellas, un sujeto identificado como Mario Alberto “M”, principal operador de esta célula.
“Asimismo se aseguraron tres inmuebles y una bodega donde se ocultaban el sótano más de 200 kilos de cocaína y un laboratorio utilizado para el empaquetado de droga además de asegurar más de 500,000 pesos y más de 100,000 dólares en efectivo, tres armas de fuego 14 vehículos una motocicleta 16 equipos de telefonía entre otros objetos.
“Lo anterior fue resultado de trabajos de investigación en torno a grupos generadores de violencia, lo que permitió identificar a un grupo criminal dedicado a la venta de droga en grandes cantidades con zona de operación en las alcaldías Iztapalapa Iztacalco Coyoacán Xochimilco y Gustavo A Madero, droga que era trasladada desde los estados de Guerrero y Morelos hasta la Ciudad de México”, apuntó.
Las investigaciones refieren que los cinco detenidos -4 hombres y una mujer- realizaban la compra de dólares y de vehículos de alta gama a través de prestanombres o empresas relacionadas con ellos, para “lavar” grandes cantidades de dinero que obtenían, producto de la venta de droga.
En esta acción criminal también ofrecían sus narcóticos (cuadros de cocaína), marcados con las leyendas: “La Jeepeta”, “D&G” y “Tissot”, que les permitía identificar la calidad o proveedor de la mercancía.
Su perfil violento y de alta criminalidad, llamó la atención y tras la detención de varios de sus vendedores se hizo el seguimiento y su posterior captura.
Los detenidos y el material ilícito asegurado quedaron a disparo con de la Fiscalía General de Justicia capitalina.