Durante las últimas dos décadas los indicadores de pobreza en México muestran una persistencia de la población mexicana en esta condición, especialmente en términos de pobreza por ingresos,
Dinámicas de la pobreza en México es un revelador estudio de la doctora Graciela Teruel, publicado por el Centro de Estudios Espinosa Yglesias, que muestra cómo los conceptos tradicionales de pobreza extrema y pobreza moderada no capturan la verdadera dinámica de la pobreza en el país.
Graciela Teruel, directora de la División de Estudios Sociales de la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México, analizó la movilidad social en términos de las salidas y caídas en la condición de pobreza multidimensional, así como la caracterización de los factores determinantes que vulneran a las personas. El estudio mostró que casi la mitad de los mexicanos entraron y salieron de la pobreza en algún momento en la década del 2002 al 2012.
Durante al menos 10 años, Teruel hizo el seguimiento de diferentes familias mexicanas para observar los cambios en sus condiciones de bienestar social y económico, esta información longitudinal se recolectó a través de la Encuesta Nacional sobre Niveles de Vida de los Hogares. Con el uso de una metodología novedosa y tomando como base la definición oficial de pobreza multidimensional, Teruel mide las trayectorias de entrada, salida y permanencia de la población en la pobreza.
Los resultados muestran que una parte significativa de la población mexicana experimenta movilidad social en términos de su situación de pobreza. Aproximadamente el 50% de la población no permanece en la misma condición a lo largo del tiempo, indicando que por distintas condiciones entran y salen de la pobreza. También se identificó un grupo de población que queda atrapado en la pobreza extrema de forma crónica, representando alrededor del 6.8% de la población.
Entre sus principales hallazgos destaca que 7 de cada 10 mexicanos experimentaron pobreza, al menos una vez, durante el periodo de análisis. De forma particular, el estudio afirma que esta población es muy vulnerable debido a la ausencia de políticas públicas específicas que ayuden a mitigar su inestabilidad en el tiempo ante choques como crisis económicas, desastres naturales, o vulnerabilidad a eventos como pérdida de empleo y problemas de salud.
Respecto a los factores asociados con las distintas dinámicas de la pobreza, se encuentran el nivel de escolaridad, tipo de ocupación, los servicios e infraestructura en las localidades, ser hablante de lengua indígena, entre otros. El estudio también destaca la alta presencia de niños, niñas y adolescentes en los grupos de pobreza crónica y persistente.
En palabras de Graciela Teruel: “para erradicar la pobreza es indispensable entenderla en todas sus dimensiones, a través de un panorama amplio que muestre cómo cambia a lo largo del tiempo y de los factores que influyen en esos cambios.”
El riesgo de instrumentar políticas de corto plazo que no permitan ver el problema en su conjunto es que resultan insuficientes para resolver las condiciones estructurales de la pobreza. Se requieren políticas públicas específicas para la población que ha permanecido entrampada en la pobreza y, por otro lado, políticas para aquellos que son vulnerables a caídas; en ambos escenarios, es indispensable mejorar los mecanismos de movilidad social ascendente. El estudio es una guía para profundizar en el entendimiento y mejorar la capacidad para diseñar políticas que superen todas las dimensiones de la pobreza en México.