A fin de proteger el maíz nativo mexicano de cultivos transgénicos, el diputado de Morena, Armando Contreras Castillo suscribió una iniciativa para modificar el artículo 97 Bis a la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados.
En dicha iniciativa planteó que no se otorguen permisos para prácticas de liberación experimental, comercialización e importación y exportación del maíz y de su semilla, cuando ésta ha sido genéticamente modificada.
Armando Contreras apuntó que el objeto de su iniciativa es contribuir a la regulación de cultivos transgénicos, poniendo por delante la protección al medio ambiente y, sobre todo, la protección de nuestro maíz mexicano”.
Enfatizó que los mexicanos “somos el pueblo del maíz, puesto que la inmensa diversidad gastronómica y las tradiciones de nuestros pueblos son el reflejo más importante que confirman nuestra identidad”.
Contreras Castillo mencionó que en México es posible cultivar este grano en cualquier estado de la República, debido a la generosidad de la planta al producirse en cualquier clima, además de la fertilidad de nuestros campos mexicanos.
Refirió que, de acuerdo con estadísticas de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, del 2016 al 2019 la producción del grano se mantuvo por arriba de 27 millones de toneladas, con un pico en el 2016 cuando se contabilizaron 28.3 millones de toneladas.
Por ello, agregó que “las 59 variedades criollas de maíz deberán salvaguardarse en nuestro país. Y no es para menos que el Plan Nacional de Desarrollo haga énfasis en este tema, ahora considerando la importancia biocultural y alimentaria que tiene el maíz cultivado en nuestra tierra”.
El legislador por Oaxaca, explicó que, pese a su gran producción, el país ocupa el octavo lugar mundial en producción de maíz y, lastimosamente, importa gran cantidad de maíz año con año, en especial el referido al maíz amarillo, pues en 2019 importó 14.1 millones de toneladas, “y esto porque el país tiene gran déficit de cultivo de maíz amarillo: cultiva apenas una quinta parte de lo que consume”.
Respecto a la producción de maíz blanco, el diputado indicó que el país produce 90 por ciento del maíz que consume, “una cifra alentadora pero que, aun así, dadas las condiciones del país debería ser de 100 por ciento”.
“No podemos permitir que las empresas trasnacionales y nacionales quieran cubrir el déficit de producción en perjuicio de nuestro maíz nacional, a través del maíz transgénico, como sucedió hace ya un par de décadas cuando fue introducido ilegalmente a nuestro país”, expuso.
Mencionó que su presencia en territorio nacional representa un grave atentado contra la bioseguridad del país, ya que no se tiene bien identificado el herbicida utilizado y su contenido nutricional es notoriamente inferior al que se podría obtener del maíz mexicano tradicional.
También refirió que “la Suprema Corte de Justicia de la Nación se ha pronunciado al respecto y ha dado un gran acierto en pro de la soberanía alimentaria y la protección a nuestro maíz mexicano al prohibir la expedición de permisos para estos fines”.
La iniciativa que adiciona el artículo 97 Bis a la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados se turnó a la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales, para dictamen y a la Comisión de Desarrollo y Conservación Rural, Agrícola y Autosuficiencia Alimentaria para opinión.