Por Víctor Barrera
Si se hiciera un análisis de cada una de las frases que ha utilizado el tabasqueño, inquilino de Palacio Nacional, para definir su sexenio, nos daríamos cuenta que el mentir sería la etiqueta que más acorde va con esta administración federal.
Para hacer una delimitación de todo esto, vamos a las frases que más repite “No somos iguales” y “No mentir, no robar y no traicionar”, que terminan teniendo el mismo objetivo evitar la corrupción, por lo tanto, su sexenio, y así lo proclamó, erradicaría este cáncer.
Pero la realidad nos muestra otra cosa, que no son otros datos, el robo es el resultado de una opacidad para evitar dar cuentas claras de cómo se utilizan los recursos públicos, que son recursos de todos los mexicanos, para apostar a un crecimiento económico del país que permita mejorar nuestra calidad de vida.
Por lo tanto, “No robar” es algo que no se cumple, y esto ha quedado demostrado desde el inicio de la campaña, donde su hermano Pío recibió sobres amarillos para aplicar en la campaña, algo que a aun no se ha explicado el origen real y destino de estos recursos. Recientemente se ha descubierto que Segalmex, empresa creada ex profeso para asegurar el alimento a los mexicanos y que venía a sustituir todo lo anterior en el ramo, muestra un desfalco de 15 mil millones de pesos.
Esta cantidad supera por mucho al de la “estafa maestra”, que realizó en el sexenio de Peña Nieto, con un monto de 3 mil 500 millones pesos.
Ambos casos no han arrojado algún culpable y tampoco donde estas esos recursos.
A esto deberemos sumar que, desde el inicio de esta administración, los hijos mayores de López Obrador sorprendieron con la expansión de “su empresa”, cuando en años anteriores nadie la nombraba y ahora son millonarios, también se conoce que, a través de ellos, se han creado contratos con el gobierno federal multimillonarios.
Ahora, el tabasqueño insiste y decreta que la construcción de sus mega obras deben tener carácter de Seguridad Publica, por lo que debe resguardar toda información al respecto, principalmente el costo de estas obras.
Por lo tanto, la opacidad con la que se manejan los recursos se convierte en un “caldo de cultivo” de la corrupción, perjudicando a todos los mexicanos.
Entonces “No mentir” es otro precepto que no se cubre en esta administración, porque para tratar de minimizar cualquier acto de corrupción se recorre a la mentira, ocasiona toda una red de mentiras para evitar llegar al meollo del asunto.
Sobre “No traicionar” este concepto es algo que se le olvido al tabasqueño y a su Movimiento, porque los legisladores de su partido y aliados aprueban las iniciativas de ley del tabasqueño aun cuando están conscientes que estas perjudican más a la gente y en poco o nada apoyan al desarrollo democrático, político y social del país.
Todo esto nos muestra que verdaderamente “son iguales”, sino peor a los anteriores.
Afortunadamente una gran parte de la ciudadanía está actuando de una manera que no se lo esperaba el oriundo de Macuspana, La ciudadanía se olvido de la apatía y ahora sale a marchar para exigir el respeto a sus derechos, a la permanencia de esos órganos de la sociedad civil y constitucional para impedir que se centralice el poder en una sola persona,
Con ello se trata de evitar que el daño que ha hecho esta administración sea mayor y que en los próximos años podamos solventarla. Pero también es un menaje para los partidos políticos y sus militantes, que esta ciudadanía no perdonará las mentiras, los robos y las traiciones y así como pueden votar a favor de un partido político, también le pueden dar la espalda hasta verlo desaparecer.
Es decir, la ciudadanía exige políticos honestos, que trabajen para el país y la población y no se “sirvan con la cuchara grande”.