Por Víctor Barrera
La desesperación de que los malos resultados continúen dándose, dentro de un marco de una corrupción creciente y una impunidad prevaleciente, ha hecho que el inquilino de Palacio Nacional, adelante el proceso para elegir a quien pueda sucederlo.
Es decir, revivió lo que tanto crítico, el “dedazo”, para evitar que aquel que no quiera cuidarle las espaldas, a través de iniciar una investigación sobre sus familiares, por enriquecimiento ilícito o cualquier otra acción que pudiera llevarlos a la cárcel, quiera ocupar el “la silla” que dejará, aunque esta siempre lucio vacío.
El “luchador social” que se convirtió en “rey”, ha empezado a ver adversarios dentro de su propio Movimiento y ha decidido que será el quien designe a su sucesor para evitar un desaguisado más adelante, como el que ocurrió a Carlos Salinas de Gortari frente a Ernesto Zedillo, que encarcelo al llamado “hermano incómodo” Raúl Salinas.
De esta manera, el macuspanense podrá asegurar su anhelo de mantener el poder de manera transexenal.
Y es que el miedo de verse opacado por una oposición que empieza a fortalecerse, y que podría abatir a la 4T, puede darse, porque la gente, por lo menos en la CDMX, esta dispuesta a sacar a todos los morenistas porque los resultados han sido negativos, la capital sufre de inseguridad constante, no existe una política para crear apertura de empresas formales y la informalidad ha empezado a ganar terreno, los empleos que se crean no otorgan la certidumbre a los trabajadores de poder contar con un ahorro suficiente para pasar una vejez tranquila luego de que su capacidad de laborar se disminuya.
Cada día que pasa el tabasqueño empieza a observar como a su movimiento le queda 13 meses en el poder real, porque después de los comicios del 2024, el poder estará en manos de quien los gane y ante unas “corcholatas” que se han quedado estancadas no existe la posibilidad de obtener el triunfo y es por ello que deberá trabajarse para moldear al sucesor que pueda ganar y proteger las espaldas del pequeño rey.
Esto a motivado a judicializar la política por parte de Morena y sus aliados, para a “los fifí”, los aspiracionistas”, los intelectuales, los niños con cáncer y sus padres, los magistrados del poder judicial como los villanos, los traidores a la patria.
El tabasqueño empezará a manifestar que la intervención de capital norteamericano es buena para el desarrollo del país, como lo hizo al anunciar que la norteamericana Pacific Limited invertirá 14 mil millones de dólares en proyecto energético en Sonora y la vinculación de la ferrocarrilera Canadian Pacific Kansas City con los proyectos del Tren Maya y del Ístmico.
Entonces acciones tan neoliberales como esas serán las herramientas para manifestar que esta 4T ha trabajado para los más pobres.
Mientras tanto, México se desmorona ante el capricho de terminar obras faraónicas que no funcionan, se descobija a los sectores productivos por ello, y en un corto plazo esto podría costar muy caro a los mexicanos, ante la falta de producción, de generación de empleos, de economía familiar, y de alientos por un campo pobre y sin recursos financieros.
Una inseguridad creciente que en nada ayuda en la certidumbre de los inversionistas para poner sus capitales en nuestro país.
Aderezado con el aniquilamiento de organismos autónomos que supervisaban el proceder del gobierno sobre el uso de los recursos públicos, que exigían la transparencia y rendición de cuentas. Y que ahora la falta de estos organismos se convierte en opacidad y corrupción.
El camino de Morena para repetir la presidencia este empedrado y cada una de las piedras fue colocada por los caprichos, ocurrencias y actitud beligerante de su líder quine se creó un Mesías, un rey que podría ser permanente.