La mañana de este lunes, 10 de abril, se registró un nuevo tiroteo en la Unión Americana. Los hechos sucedieron en un banco de Louisville, Kentucky, alrededor de las 08.30 a.m., hora local.
En un inicio, las autoridades locales reportaron el deceso de cinco personas; no obstante, minutos después corrigieron la cifra, señalando que el ataque en realidad cobró la vida de cuatro personas, mientras que otras nueve resultaron heridas, entre ellas siete civiles y dos agentes de policía.
A través de una conferencia de prensa a cargo del teniente coronel de la Policía de Louisville, Paul L. Humphrey; también se confirmó la muerte del tirador, quien perdió la vida dentro de las instalaciones de la institución, poco después de haber realizado el acto. No obstante, aún no está claro si falleció por los disparos de los agentes que respondieron al suceso o si se quitó la vida tras
Según las primeras indagaciones de las autoridades, el tirador parecía tener cierta “conexión” con el banco, pues se cree que era un empleado activo o antiguo de la institución financiera.
De acuerdo con el mismo Humphrey, las autoridades respondieron al suceso en solo tres minutos.
Al ingresar al banco, el atacante aún estaba disparando, dejando heridos de gravedad a dos agentes de policía; mientras que las cuatro víctimas mortales perdieron la vida en el momento del tiroteo.
Por su lado, el gobernador de Kentucky, Andy Beshear, lamentó los hechos a través de una conferencia de prensa, señalando que dos de los fallecidos eran sus “amigos”.