Por Víctor Barrera
“Parece que no tienen llenadera” era la frase de López Obrador para señalar que los gobiernos del PRI y PAN querían acaparar todos los organismos e instituciones.
Ahora que López Obrador y morena pretenden lo mismo, se le han olvidado estas palabras al tabasqueño.
En los próximos días, en la Cámara de Diputados se deberán escoger a cuatro consejeros electorales para cubrir los espacios que dejan cuatro consejeros actuales, entre los que se encuentra Lorenzo Córdova, presidente del consejo general del INE.
Dentro de un total de 20 aspirantes a ocupar estos puestos, y que ya pasaron los diferentes filtros para llegar a formar parte de cuatro quintetas para elegir a los mas idóneos, se encuentran varios personajes cercanos a Morena.
En lo referente a las cinco mujeres que buscan alcanzar la presidencia del Instituto Nacional Electoral, cuatro de ellas tienen vínculos con Morena, esto demuestra que el amiguismo, parentesco y compadrazgos, o las cuotas y cuates en el INE seguirá siendo la formula para colocar a personas a fines en puestos claves dentro del sistema político nacional.
Con ello se deja de lado el proceso técnico y objetivo del cual se pretendía realizar para elegir a las mujeres y hombres que más se acercaran al perfil necesario para los puestos.
Como el puesto de Presidente del Consejo General del INE, es el de mayor importancia, este puesto tendría que ser para una mujer, que garantice conocimientos sobre leyes t procesos electorales, también en la organización de los comicios y sobre todo tener verdadera autonomía para evitar que se aplique un sesgo ideológico sobre sus decisiones.
Sin embargo esto no sucedió, ya que repito, cuatro de cinco mujeres que se encuentran en la quinteta para asumir el cargo tiene alguna relación con Morena.
Veamos Bertha María Alcalde Luján, quien presento el mayor puntaje en las diversas etapas es funcionaria en la Comisión Federal Para Riesgos Sanitarios (Cofepris). Antes fue delegada de Programas del Bienestar en Chihuahua y también participo en el área jurídica de la Secretaria se Seguridad y Protección Ciudadana en los tiempo de Alfonso Durazo; pero también tiene una relación muy cercana con Morena ya que es hija de la ex presidenta del Consejo General de Morena, Bertha Luján, y hermana de la titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, Luisa Maria Alcalde. Guadalupe Álvarez Rascón es hija del Senador por morena en el estado de Tlaxcala, José Antonio Álvarez Lima. Iulisca Zircey Bautista Arreola es pareja de Daniel Octavio Fajardo, subsecretario de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu). Guadalupe Taddei Zavala es prima de Jorge Luis Taddei, superdelegado del gobierno federal en Sonora y tía de Pablo Daniel Taddei, director de la empresa LitioMX. Incluida ella, que preside el Instituto Sonorense de Transparencia, la familia Taddei ocupa nueve cargos públicos en Sonora.
En esta quinteta donde el porcentaje de que una de ellas sea la elegida, nos pone a pensar, si los legisladores de Morena, quienes se dicen altamente demócratas y que terminaran con los viejos vicios del PRI y PAN, aceptaran el resultado, pero lo más importante si cada una de ellas en verdad garantiza que sus decisiones estén tomadas con verdadera autonomía sin un sesgo ideológico a favor del partido en el gobierno y con la convicción de hacer valer las leyes que emanan de nuestra constitución.
Si en verdad los legisladores de Morena y sus aliados quieren ser congruentes con lo que hablan, quien deberá ser elegida como presidenta del INE es Rebeca Barrera Amador, la única de las cinco que no tiene vínculos ni antecedentes partidistas.
Pero esto último será algo muy difícil de hacer, porque López Obrador y Morena demuestran que “no tienen llenadera”.