El propietario del Grupo Wagner, el oligarca ruso Yevgeni Prigozhin, afirmó ayer que sus mercenarios tienen “prácticamente rodeada” la ciudad ucraniana de Bajmut, en la región de Donetsk , y uno de los principales objetivos de la ofensiva militar rusa en esta zona.
“Las divisiones del Grupo Wagner tienen prácticamente rodeada Bajmut, sólo queda una carretera”, dijo Prigozhin en un mensaje publicado por su servicio de prensa, que está dirigido al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski.
La viceministra de Defensa ucraniana, Hanna Maliar, anunció el miércoles la decisión de enviar refuerzos a esta localidad —escenario desde hace semanas de intensos enfrentamientos— ante los recientes avances rusos en la localidad clave para el Kremlin, pues desde allí salen gran parte de los suministros que Kiev envía a sus tropas en el frente oriental.
Zelenski ha declarado que las tropas ucranianas defenderán Bajmut “mientras sea razonable”, por lo que no se descarta su repliegue a líneas defensivas situadas al oeste de la ciudad.
Por su parte, el Ministerio de Exteriores de Rusia insistió en que la “operación militar especial” en Ucrania, se prolongará hasta que se complete la “desnazificación” del país.
Dijo que, con el estallido de la guerra, “Washington y sus aliados de la OTAN continúan implementando constantemente planes geopolíticos para destruir Rusia”, suministrando armamento a Ucrania y capacitando a sus tropas.
“Durante todos estos años, el ‘Occidente colectivo’, que ha nutrido al régimen neonazi de Kiev, lo ha convertido en un instrumento obediente con el que intenta en vano infligir una derrota estratégica a Rusia”, remarcó.
Por separado, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, afirmó que Moscú era la víctima, no el agresor, en la guerra, lo que provocó risas y gemidos de la audiencia durante el Diálogo Raisina, en Nueva Delhi, una de las pocas conferencias internacionales que aún invita funcionarios rusos.