Por Víctor Barrera
Sin duda cabe que el optimismo de Rogelio Ramírez de la O, quien es el secretario de Hacienda y Crédito Público en nuestro país es en verdad de admirar, porque a pesar de tener un “jefe” que hace todo lo contrario para establecer políticas públicas que fomenten la captación de capitales y la creación de riqueza, reitero que para este año se espera que la economía del país crezca en 3 por ciento
De ser así, sería una buena noticia para muchos mexicanos porque entonces si habría una mayor apertura de empresas y empleos, formales, que puedan otorgar salarios dignos y no precarios como los hasta ahora existentes en México.
Esto también pondría a México en el camino del interés de muchos más inversionistas que están en la búsqueda de un lugar cercano para establecer sus empresas y estar cerca de una de las economías más importantes del mundo como lo es la estadounidense.
Sin embargo, esto solo será posible si este gobierno federal da un giro total a la forma de hacer política económica y permite una mayor participación del capital privado para crear la infraestructura suficiente que permita ofrecer a esos mismos capitales los servicios adecuados para expandirse sus empresas y aumentar su producción.
Lo lamentable es que hasta ahora no hay solo un viso para esperar un cambio así. López Obrador sigue aferrado a otorgar mayor participación al Ejercito y por supuesto los beneficios se quedan en este sector, “para que puedan hacer frente a las “pensiones y jubilaciones” de los militares y por ello les otorga no solo la construcción de algunas obras sino la administración de las mismas y otros sectores más, todo bajo la excusa de la soberanía nacional.
Además, debe recordarse que México tuvo una de las peores recesiones del planeta derivada de la pandemia de Covid-19, porque este régimen rechazó ayudar a la gente ante la crisis, y la consecuencia fue un mayor número de pobres y salarios totalmente precarios.
Lo único que hasta ahora ha hecho este gobierno, como apoyo antiinflacionario, es mantener el subsidio a las gasolinas, porque llegan a los niveles sociales que más ruido político hacen y con todo y que se han gastado cientos de miles de millones de pesos del erario público y los precios de las gasolinas siguen cerca de sus niveles máximos históricos.
Esto ha impedido alcanzar la promesa de López de Obrador de tener un crecimiento de 4 por ciento durante los primeros cuatro años de su gestión y en los últimos dos alcanzar el 6 por ciento.
Así que estos crecimientos solo se encuentran dentro de “sus otros datos”, que resultan ser falaces y que no son percibidos por la población.
Por ello resulta de admirar que, ante esto, Ramírez de la O asegure que México va a crecer a 3 por ciento este año, es difícil de creer por todos los criterios económicos presentados al Congreso que han resultado fallidos, por todas las estimaciones sostenidas con más intenciones políticas que financieras y por lo que simplemente se percibe entre los agentes económicos.
Porque los analistas consultados recientemente por el Banco de México apuntan que la economía va a crecer este año 0.98 por ciento, en tanto el Fondo Monetario Internacional estima 1.7 por ciento y es demasiado optimista. Con esto se confirma que México va a perder un sexenio completo sin ofrecer una mejor calidad de vida para muchos mexicanos, claro los Morenos no lo sienten así porque ellos si se han beneficiado.