Por Víctor Barrera
Cada día que pasa se confirma que este sexenio será uno de perdidas para los mexicanos, pese a que se anuncio un cambio este nunca llegó, ni llegará, porque la ineptitud para administrar al país de parte del titular del poder Ejecutivo, así lo determinó.
Se prometió resolver las diferentes problemáticas que existen el país, y lamentablemente ni una ha sido resuelta, se dijo que se barrería la corrupción, como las escaleras “de arriba para abajo”, pero el barrendero jamás encontró la escoba y permitió que esta corrupción continuara-
Se hablo de crecimientos económicos que permitirían mejorar la calidad de vida de todos los mexicanos y con ello acabar con la pobreza. Pero esto sigue siendo un pendiente de realizar, porque no se han aplicado políticas públicas que fomenten la creación de riqueza y que esta sea distribuida para favorecer a los que menos tienen.
Se hablo que la riqueza seria equitativa, pero la poca que se puede generar queda en pocas manos, dejando a una mayoría de la población sin recursos.
Se hablo de impulsar a México en sitios de importancia internacional a través del comercio, pero ahora tenemos en puerta una posible sanción multimillonaria por no cumplir con contratos signados por los gobiernos anteriores.
Se manifestó que México seguiría en el rumbo de la democracia y este gobierno quiere volver a aquellos tiempos donde este era juez y parte. Quiere que el Instituto electoral este a sus ordenes, quiere que los consejeros electorales sean elegidos de tal manera que se sientan comprometidos a dar el triunfo a quine designe como candidato el gobierno federal, en cualquiera de los comicios a realizarse en México.
Además esto último es otro elemento de desconfianza de los inversionistas para dejar sus capitales por varios años en México.
En términos sociales se prometió trabajar para los pobres, para su calidad de vida se mejor, y con ello se ofreció un sistema de salud similar al que existe en Dinamarca, el resultado es un sistema fracturado por muchos lados, falta de personal medico especializado, equipo y tecnología adecuada, pero lo más importante el desabasto de medicamento sigue en incremento y esto va en contra de los pobres, quienes acuden a las instituciones de seguridad social del estado, por no poder pagar uno particular, pero en ocasiones tiene que desembolsar recursos para comprar sus medicamentos porque estos no están en las farmacias del estado.
Los apoyos que se dan a través de los programas sociales, se manejan con opacidad y estos cada año aumentan en porcentaje a que la población que recibe estos programas, adultos mayores, madres solteras, jóvenes y niños también aumenta en cantidad.
Esto a provocado que una gran parte del presupuesto federal se etiqueten para estos apoyos, mas por necesidades electorales, que por apoyar de manera importante en erradicar la pobreza.
Esto también ha hecho que no se originen más fuentes de empleos que sumado a la desaparición de otra gran cantidad, hace que los fondos para las pensiones de los jubilados disminuyan y en poco tiempo estos sean insuficientes, creando un problema social.
Otro problema no resulto es que las empresas productivas del estado, Pemex y CFE, solo se han convertido en un barril sin fondo, porque se les ha inyectados grandes cantidades de recursos y las resultados en Pemex siguen siendo negativos y de CFE, van por ese camino.
Entonces el desvío del gasto público hacia el reparto “clientelar” de recursos ha desmantelado una parte importante de la administración pública, incluidos servicios sociales básicos como la salud y la educación.
La incompetencia de la administración federal empieza a mostrar que los problemas persisten y que deberán enfrentarse lo antes posible para evitar un colapso mayor que nos lleve a una profunda crisis que impactara de manera profunda a los más pobres.