Por Víctor Barrera


La percepción de la gente es un desencanto hacia esta administración federal que prometió un cambio donde se acabaría con la corrupción y el influyentismo, donde los familiares de los funcionarios públicos se beneficiaban sea con un empleo o con grandes contratos otorgados por el gobierno., pero esto no ha sucedido.

Se hablo de mejorar la calidad de vida de los más pobres y el resultado ha sido un incremento en las filas de la pobreza, destruyendo a la clase media y ampliando la brecha social entre los pobres y los que más tienen.


Es por ello, que una gran cantidad de gente asegura que en áreas como salud y educación esta administración federal no ha cumplido lo prometido, pero si ha destruido lo que costo muchos años construir, es decir ahora hay una menor cantidad de gente con acceso a las instituciones de seguridad social y medicamentos, pero también el sistema educativo, esta más enfocado a adoctrinar que ha desarrollar el talento de los niños adolescentes y jóvenes del país.


A esto se suma que los servicios básicos e infraestructura no son los adecuados y en muchas poblaciones todavía carecen de ellos, principalmente las comunidades más pobres, por lo que no se puede apuntar que se ha trabajado para los más pobres, sino para comprar voluntades a través de los programas sociales.


Este gobierno no ha hecho un desarrollo inclusivo, porque solo beneficia a una parte de la población, con programas sociales, pero deja descubierta a una inmensa cantidad, que durante muchos años fue uno de los puntales sociales para nuestro desarrollo, la clase media, esa clase que detesta López Obrador y los califica de “aspiracionistas”, por exigir a su administración que otorgue mayores beneficios para quienes trabajan y pagan sus impuestos, pero ha sido todo lo contrario.


Un grupo en particular, las mujeres, han sido totalmente in visibilizadas por esta administración, porque que tiene que salir ha trabajar ahora tiene otro gran problema, deben pagar para que puedan cuidar a sus hijos. Pero también ya no existen programas de apoyo para evitar que la violencia disminuya hacia ellas, al contrario la violencia “económica” esta más presente, porque en muchas ocasiones no perciben salarios suficientes para llevar recursos como alimentos y poder pagar los servicios necesarios para el desarrollo educativo y personal de sus hijos.


Esto las convierte lamentablemente en victimas del acoso en cualquier modalidad en su centro de labores y en las calles o en sus hogares mismos.


Otro sector que se siente lastimado ante las políticas públicas de este gobierno son los adultos mayores, quienes cada dos meses tiene que acudir a “cobrar” su apoyo social, aun cuando muchos de ellos no pueden caminar o están enfermos. Además los cambio que se realizan en estos programas sociales, como el de la tarjeta para que a solo en el Banco de Bienestar sea donde puedan cobrar, les presenta una preocupación, porque en muchas ciudades y comunidades no existen estos bancos, y tendrán que gastar para poder ir a cobrar, en las ciudades, como la CDMX, los puntos donde estarán estos bancos aun son ocupados por otros espacios comerciales, y los lugares donde se localizan, en muchas ocasiones están clasificadas como zonas conflictivas d máxima inseguridad.

Además de que la información para acudir a realizar el “cambio de tarjeta o cuenta”, no es lo más clara y precisa por lo que la angustia de no lograr hacer ese cambio este presente, porque solo tienen hasta el mes de abril próximo para realizarlo y en las alcaldías la información no es lo suficiente clara y la atención es pésima por parte de las personas de la Secretaria del Bienestar.
De tal forma que estos dos grupos, mujeres y adultos mayores, han demostrado su desencanto y la posibilidad de no votar por Morena en el 2024.


Esto podría ser un foco amarillo para el movimiento creado por López Obrador, sin embargo no les causa alguna preocupación porque saben que repartiendo recursos y asustando a la gente con “de perder Morena no tendrán estos programas”, saben que pueden contar con el voto de la gente.