El director general del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro de la Ciudad de México (CDMX), Guillermo Calderón, informó que el robo de cables de cobre en las vías está ligado al crimen organizado, pues tan solo en 2022 se sustrajeron más de 14 kilómetros de cableado.
En conferencia de prensa, el funcionario capitalino mostró imágenes de ingresos clandestinos a las instalaciones y explicó que la mayoría de los cables se robaron en las zonas de vías que están en el exterior.
Por ello, el Consejo Consultivo del Metro atribuyó al crimen organizado el robo de cables que ha ocasionado averías en el sistema en los últimos meses, pues durante 2022 fueron sustraídas casi 33 toneladas de cable (4.7 kilómetros) y cuatro más en los primeros días de enero, lo que pone en riesgo el servicio y la seguridad de los usuarios.
Explicó que para transportar 14 kilómetros de cable de cobre son necesarias 32 camionetas de una tonelada de capacidad, por lo que también se debe involucrar a varias personas.
Se trata de dos tipos de cable de alta tensión con un peso mayor a 8 kilogramos por metro: uno de calibre 20/0 color rojo que alimenta las subestaciones de rectificación, éstas a su vez alimentan la energía para los trenes y las subestaciones de fuerza y alumbrado; el segundo cable es el de alimentación de tracción (500 KCM 750V), color negro, que brinda energía directamente la barra guía de trenes.
De acuerdo con lo expuesto por el director del Metro, Guillermo Calderón, el robo de los materiales mencionados repercuten en el cable de señalización (K13), difícil de adquirir y reparar, que conecta con el mando centralizado, la señalización de trenes, el pilotaje automático y lógica de tracción.
“No es nada más llegar con un serrucho y cortar el cable, hay una organización bastante bien planteada con elementos suficientes como para llevarse 32 toneladas, o más, de un material”, aseguró Ricardo Jesús Morales Salazar, presidente del Consejo Directivo del Colegio de Ingenieros Mecánicos Electricistas, quien añadió que además de cable, persiste el robo de coladeras metálicas.
Los más recurrentes son en los tramos: Cuatro Caminos – Panteones y Xola – Tasqueña de la Línea 2; Indios Verdes – La Raza de la Línea 3; Instituto del Petróleo – Valle Gómez y Aragón – Oceanía, de la Línea 5; así como Pantitlán – Guelatao de la Línea A y Ciudad Azteca – Bosque de Aragón de la Línea B.
Asimismo, Guillermo Calderón, informó que, tras la incorporación de la Guardia Nacional a las labores de vigilancia, el robo de este material se ha reducido 61%. No obstante, como medida de seguridad se prevé la instalación de más de 3 mil 500 cámaras de vigilancia en toda la red de transporte, incluyendo los túneles y áreas para personal exclusivo, mientras que la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CDMX) ya investiga estos actos.
Además, en conjunto con el Sindicato Nacional de Trabajadores del Metro se han integrado brigadas nocturnas que supervisan el estado de las vías previo al inicio de la operación, hacen una revisión pormenorizada de los trenes que brindarán servicio desde y el mantenimiento sistemático de los convoyes.