Andrés Manuel sigue pensando que es un buen líder en México y más allá, que puede ser el líder que América Latina estaba esperando desde la muerte de Simón Bolívar.
Sin embargo, la realidad es otra, y esta obsesión del tabasqueño impidió concluir los acuerdos suficientes para evitar ir a los tribunales y ser sancionado por no respetar los acuerdos signados dentro del T-MEC.
El día de ayer donde se conocerían de manera oficial los acuerdos a los que se llegaría con Estados Unidos y Canadá para hacer de la zona norte del continente una económicamente importante, fue desdeñada por López Obrador, quien pensó estaba en su mañanera y tomo por largo tiempo el micrófono sin permitir que los otros dos mandatarios expresaran sus opiniones y conclusiones.
López Obrador, no dejo hablar de sus programas como “Sembrando Vida” o su proyecto del Tren Maya, intentando incrustarlos en las decisiones que México ha tomado para disminuir la emisión de contaminantes. Temas de poco interés para Estado Unidos y Canadá.
Porque Joe Biden y Justin Trudeau manifestaron la necesidad de hacer una zona económica basada en el desarrollo tecnológico y científico, por lo que la clase media, los “aspiracionistas”, a quien detesta López Obrador serán parte importante de ello.
Esto implica que México deberá crear planes de estudio para que nuestros “aspiracionistas” puedan obtener el conocimiento suficiente e incrustarse en estos objetivos de desarrollo, deberemos tener escuelas enfocadas a la academia y no a la ideología, porque la ciencia no solo es “para crear bombas” como lo señala el oriundo de Macuspana, sino también para crear desarrollo, obtener mejores ingresos y evitar la migración de mexicanos porque en nuestro país no tienen los empleos suficientes para su desempeño.
Se tocó el tema de la sustitución de importaciones para evitar que los insumos y componentes que provienen del continente asiático sean los únicos ha utilizar, aquí es donde México tendrá un papel importante en esta estrategia, pero deberá ser garante para ofrecer a muchas empresas ese acercamiento a la zona económica.
Pero para ello deberá proporcionar la infraestructura y servicios públicos suficientes que haga atractivo para los capitales privados, otro sector que también detesta López Obrador, se establezca en nuestro país. Esto permitirá la inclusión de mucha gente y otro punto importante para evitar la migración.
Nos dimos cuenta que López Obrador no tiene los objetivos de un crecimiento y desarrollo de México, sigue más preocupado en ser, repito, el líder de América Latina, que el mejor presidente de México, sus objetivos distan mucho de los intereses del país y esto puede provocar que los acuerdos tomados ayer no puedan realizarse, primero, porque al tabasqueño le quedan menos de dos años al frente del poder Ejecutivo, y todo indica que su proyecto finiquitara al termino del sexenio.
Biden y Trudeau hablaron breve y enfocados en los acuerdos de la cumbre. López Obrador habló extenso, poco sobre los compromisos adquiridos y mucho sobre él, sus filias, algo distante de los acuerdos tomados