Las manifestaciones, bloqueos de carreteras principales y el cierre decinco aeropuertos de regiones andinas continuaron este viernes como parte de las protestas en demanda de elecciones anticipadas, las cuales han dejado al menos 22 muertos, mientras que el pleno del Congreso rechazó ayer una reforma constitucional, propuesta por la nueva presidenta Dina Boluarte, que habría posibilitado el adelanto de los comicios presidenciales a diciembre de 2023, dejándolas para abril de 2024.
El proyecto de ley recibió 49 votos a favor, 33 en contra y 25 abstenciones. El Legislativo no alcanzó los votos necesarios, un mínimo de 66 sufragios y dar pie a un referéndum que comprobaría el apoyo a los comicios presidenciales, o al menos 87 votos para aprobarla, con esa misma cuantía a favor, en una segunda votación de la próxima legislatura.
Anticipar la jornada electoral implica el recorte de los mandatos del actual Ejecutivo y Legislativo, cuyas gestiones iniciaron en julio de 2021 y deberían concluir en julio de 2026.
Algunos legisladores dijeron que se rechazó la propuesta electoral porque miembros de izquierda, partidarios del depuesto presidente Pedro Castillo, sentenciado a 18 meses de prisión preventiva, querían incluir la creación de una asamblea constituyente.
Boluarte anunció esta propuesta como salida a las manifestaciones de inconformes que sacuden el país desde hace ya 10 días, que ya dejaron al menos 22 muertos: ocho en Ayacucho, seis en Apurímac, uno en Arequipa, tres en La Libertad, tres en Junín y uno en Huancavelica, según la cadena RPP.
Tras la votación en el Congreso, la parlamentaria izquierdista Ruth Luque comentó: “Lo que va a venir es la renuncia de Dina Boluarte, y dar paso a una transición democrática”, en tanto la legisladora de centro, Susel Paredes, destacó: “Por la cifra de peruanos muertos, la señora Boluarte debería renunciar”.
Por el deceso de civiles, los ministros de Cultura, Jair Pérez, y de Educación, Patricia Correa, presentaron sus renuncias, siendo las primeras dimisiones en el gabinete de Boluarte.
Mientras rige el segundo día del estado de emergencia nacional con un toque de queda en 15 provincias, las protestas no cesaron. Enfrentamientos entre policía y manifestantes en medio de detonaciones por disparos ocurrieron en la región de Junín, que dejaron como saldo tres civiles muertos y más de 50 heridos. Autoridades de transporte informaron que se han despejado los bloqueos en el norte del país, pero se mantenían cerrados varios tramos en la principal carretera de la costa en el sur, con decenas de vehículos de carga varados.
El cierre de vías y aeropuertos interrumpió el traslado de al menos 5 mil turistas en la ciudad andina del Cusco, la capital turística del país. Desde la ciudadela inca de Machu Picchu, unos 200 paseantes, principalmente estadunidenses y europeos, salieron caminando por la vía férrea hasta la localidad de Ollantaytambo, a unos 30 kilómetros, para hacer una conexión a Cusco.
En ese contexto, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos aceptó la invitación del gobierno peruano para visitar el país la próxima semana ante la crisis política.
El ex presidente boliviano Evo Morales tuiteó por la liberación del ex presidente Pedro Castillo y pidió una Asamblea Constituyente que defina “pacíficamente los cambios estructurales que demanda el Perú profundo”.
La embajada de México en Perú anunció que realizará una operación para evacuar turistas mexicanos varados en Machu Picchu. El diplomático Pablo Monroy reportó antier en redes sociales que unos 450 mexicanos están varados en Perú, la mayoría en la zona de Cusco.