Un Buen Fin más corto y que los mexicanos son más precavidos para hacer gastos debido a los altos niveles de las tasas interés, provocaron que en noviembre el consumo perdiera dinamismo y cayera 3.4 por ciento con respecto al mes inmediato anterior, reveló BBVA.

Al presentar su indicador de consumo, que es medido por medio de las transacciones y operaciones efectuadas en los sistemas de este banco —el de mayor presencia en el país—, la institución detalló que en promedio la variación trimestral del consumo presenta una caída de 1.2 por ciento.

“Si bien la menor duración del Buen Fin explica en parte la pérdida de dinamismo del consumo este noviembre, los incrementos consecutivos en la tasa de interés de referencia suponen asimismo una restricción al gasto, en la medida en que aumentan el costo del financiamiento para los agentes en la economía”, dijo BBVA.

Detalló que el comportamiento del gasto se vio afectado negativamente por una caída de 4.9 por ciento en el segmento de bienes, la mayor desde diciembre de 2020.

Refirió que, al interior de dicho componente del gasto, la partida de alimentos se contrajo 2.1 por ciento durante el periodo.

“El desempeño negativo del consumo se registra para un mes de noviembre con un Buen Fin más corto; este año el periodo de rebajas tuvo una duración de cuatro días, mientras que en 2021 el periodo de descuento duró siete días”, precisó BBVA.

Por otra parte, planteó, el segmento de servicios registró un crecimiento de 1 por ciento con respecto a octubre, con un desempeño mixto entre sus componentes, pues si bien el gasto en restaurantes y hoteles se contrajo 5.9 por ciento y 4 por ciento, respectivamente, el segmento de servicios de entretenimiento creció 4.9 por ciento.

BBVA refirió que con la contracción de noviembre, el segmento hotelero regresó a su nivel de enero de 2022, mientras que el sector de restaurantes retornó al nivel de ventas registrado en febrero de este año.

En lo que respecta al gasto por tipo de establecimiento, las compras en línea cayeron 4.9 por ciento, mientras que el gasto en establecimientos físicos se redujo 3.3 por ciento, su mayor caída desde el inicio de la pandemia, es decir, abril de 2020.

En tanto, la institución expuso que el gasto en gasolina como un referente de la movilidad cayó 0.9 por ciento y volvió a su nivel de marzo de 2022.

“Anticipamos que hacia la primera mitad de 2023 el consumo mostrará mayor ralentización en un entorno de política monetaria más restrictiva”, agregó BBVA.