El gobierno de la ciudad de México instaló mesas diálogo para escuchar y atender las preocupaciones de los vecinos que se manifiestan en el cruce de las avenidas Nuevo León y México, en la alcaldía Xochimilco, en contra de las obras de drenaje que ejecuta el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACMEX).
“No se va a tomar ninguna decisión en contra de la voluntad del pueblo y no se va a criminalizar a nadie que haya participado en las protestas”, afirmó en conferencia de prensa el secretario de Gobierno, Martí Batres.
Acompañado por el coordinador general del SACMEX, Rafael Carmona Paredes, aclaró que la obra fue solicitada por vecinos, las cuales consisten en drenaje y saneamiento, y no para extraer agua de la zona, y cuyo objetivo es proteger la salud de la población de Xochimilco y evitar la contaminación del canal de Caltongo.
“No se tocan los pozos de agua ni las redes de agua”, sostuvo al señalar que las obras fueron solicitadas en una asamblea por la población afectada por la contaminación, los olores, la insalubridad que genera esta acumulación de aguas negras.
Por su parte, Carmona Paredes explicó que con la obra se mejorará la capacidad de los canales y se controlará los niveles de agua en los mismos, mediante la colocación de un colector que captará las aguas residuales de la zona, y aseguró que esto beneficiará a 35 mil habitantes de los pueblos de Xicalhuacan, Caltongo, San Juan Moyotepec y El Paraíso.
Asimismo, el titular de SACMEX negó rotundamente que se tenga la intención de extraer agua potable para otras zonas de la Ciudad de México, la obra se realiza para beneficio de estos pueblos y aseveró que no se realizará alguna acción que pueda perjudicar a los vecinos de la zona.