El impuesto del 1% a las remesas aprobado en Estados Unidos, con el gobierno de Donald Trump, y que entrará en vigor el 1 de enero de 2026, tendrá un impacto limitado en los envíos de dinero hacia México, estimó Zapp.
De acuerdo con un análisis de la plataforma especializada en envío de dinero, el efecto de la medida será muy limitado, debido a que el gravamen aplica únicamente a los envíos realizados en efectivo.
En contraste, las transferencias electrónicas y otros medios digitales quedan excluidos del cobro.
Y es que se reduce de manera significativa el universo de operaciones afectadas, esto si se considera que alrededor de 85% de los mexicanos que viven en Estados Unidos cuenta con una cuenta bancaria.
Esta condición les permite enviar dinero a México mediante transferencias electrónicas, evitando así el cobro del 1% y manteniendo intacta su capacidad de envío por canales formales.
De acuerdo con Zapp, la medida no provocará una caída significativa en el volumen total de remesas que ingresan al país.
“En conjunto, la información disponible apunta a que el impuesto del 1% tendrá un efecto acotado, en un contexto donde los envíos electrónicos predominan”, señaló el CEO de Zapp, José Luis Orozco.
El especialista explicó que actualmente la mayoría de las remesas se canaliza a través de mecanismos formales y bancarizados, lo que limita de origen el alcance real del nuevo gravamen.
“Esto significa que una parte importante de los migrantes ya utiliza mecanismos que no están sujetos a este impuesto, lo que reduce de manera considerable su posible efecto sobre el flujo total de dinero que llega al país”, añadió.
De acuerdo con sus estimaciones, el impuesto podría acelerar una transición gradual hacia opciones digitales y bancarizadas.
