Por Víctor Barrera
Se equivoca Claudia Sheinbaum al manifestar que lo que se busca es denostar la obra del Tren Interoceánico, porque fue una obra de la pasada administración federal.
Se equivoca porque no se puede denostar algo que de suyo está mal. Esto quedó demostrado ante el accidente ocurrido en días pasados en el Tren. Porque se busca es encontrar a él o los culpables de realizar una obra sin la supervisión adecuada para evitar esos accidentes.
Es cierto que en cada obra existen “errores” pero por ello se debe mantener una estricta vigilancia del funcionamiento de la obra, y máxime si esta obra es para el transporte no solo de mercancías sino de personas.
Debe ser imperdonable que una obra de tal magnitud muestre estos errores en solo tres años de su inauguración, esta se realizó el 24 de diciembre del 2023, porque esto solo indica que la ansiedad de inaugurar la obra obligó que se aceleraran los trabajos y no se pusiera el suficiente cuidado en la planeación, proyección, y construcción de la misma.
Que después se olvidarán de realizar la supervisión constante en algunos puntos de la obra que significarían riesgos en seguridad. Porque el camino de este Tren en su mayoría es cruzar las cordilleras de la sierra tanto de Oaxaca hasta la sierra de Veracruz, por lo que en estos tramos se tuvo que poner mayor atención en la obra.
No se trata de señalar que esta obra es mala, al contrario, es de beneficio para mucha población, sin embargo. Porque conecta a México y a sus pobladores, es utilizado para el transporte de productos que se comercializarán por tanto el cuidado y supervisión tiene que ser mayor.
Este accidente queda envuelto en una serie de acciones que hacen pensar a la gente que en su contracción hubo cosas no tan licitas y posiblemente esto ocasiono el descarrilamiento del Tren. Esto deberá ser tomado por el personal de la Fiscalía General de la República (FGR) en sus investigaciones para encontrar a él o los culpables.
Lo lamentable es que este accidente nos remite al ocurrido en la línea 12 del metro en el CDMX, un proyecto de enorme utilidad pero que se vio empañado por el accidente que provoco el fallecimiento de personas.
Lo más lamentable es que las investigaciones realizadas dieron como resultado que el culpable del accidente en el metro de la CDMX fue la falta de utilización total de los remaches en los soportes de la estructura.
Es decir, los culpables al final fueron los trabajadores, quienes no tienen los recursos suficientes para comprar esos remaches que tuvieron que haber sido otorgados por la empresa encargada de elaborar la obra.
Ahora el personal de la FGR deberá realizar una investigación exhaustiva para ir eliminando cualquier factor posible que ocasionara el accidente, desde la planeación de las curvas en el recorrido del Tren hasta la utilización de los materiales, como son el balastro, el acero y dimensiones de los rieles y las dimensiones de las ruedas del Tren. También si la locomotora y los vagones corresponden a las dimensiones específicas de los rieles.
Nadie podrá especular sobre el accidente, pero si se podrá exigir que se castigue a quien o quienes hayan realizado la obra sin tener el cuidado suficiente. Porque es una obra con recursos públicos y la población debe saber cómo se utilizaron estos recursos y si existen actos de corrupción deberá castigarse a quien o quienes los cometieron.
