El desarrollo industrial en México avanza de forma acelerada, pero con marcadas diferencias entre regiones.
Las oportunidades derivadas del nearshoring, la expansión manufacturera y la transformación tecnológica se capturan de manera desigual, lo que profundiza brechas en infraestructura, talento, sostenibilidad y seguridad, de acuerdo con la edición 2025 del Índice de Desarrollo Industrial (IDI) de Finsa.
Según el último informe de la desarrolladora industrial, el país transita hacia una configuración cada vez más concentrada donde los estados líderes amplían sus ventajas competitivas, mientras que las entidades intermedias muestran avances sin lograr cerrar rezagos estructurales clave.
Este fenómeno ocurre en un entorno global caracterizado por fragmentación geopolítica, disrupciones energéticas y una competencia más intensa por atraer inversiones estratégicas.
Sergio Argüelles, presidente y director general de Finsa, indicó que México atraviesa una coyuntura decisiva para definir el rumbo de su política industrial.
«México tiene una ventana de oportunidad histórica para consolidar una política industrial equilibrada, competitiva y alineada con los retos de sostenibilidad, innovación y seguridad logística que impone el nuevo orden global”, afirmó Argüelles.
No obstante, el directivo advirtió que los próximos años resultarán determinantes para que más regiones logren capitalizar estas tendencias.
Los resultados del IDI 2025 muestran que Nuevo León, Chihuahua y Coahuila repiten como los tres primeros lugares del ranking nacional, lo que consolida su posición como los polos industriales más robustos del país.
Sí bien el puntaje general presenta ajustes marginales respecto a la edición anterior, el orden refleja una estructura industrial madura, con ventajas acumuladas difíciles de revertir en el corto plazo.
Baja California conserva la cuarta posición y el Estado de México se mantiene en el quinto lugar, impulsado por avances en infraestructura y dinamismo económico.
En contraste, Chiapas, Quintana Roo y Guerrero registran las puntuaciones más bajas, debido a la escasez de desarrollo industrial, deficiencias en indicadores sociales y un bajo nivel de exportaciones manufactureras.
Nuevo León amplía su liderazgo industrial al alcanzar 17.9 millones de metros cuadrados de espacio industrial, además de registrar el mayor nivel de nueva construcción, con un promedio anual de 1.3 millones de metros cuadrados durante los últimos cinco años.
Chihuahua y Baja California se mantienen entre las entidades con mayor capacidad instalada y crecimiento.
En materia de conectividad, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) posiciona al Estado de México como líder nacional en carga aérea.
Sin embargo, el informe anticipa un impacto a partir del último trimestre del 2025, tras la revocación de rutas por parte del gobierno de Estados Unidos.
Argüelles subrayó que en el contexto actual no basta con atraer inversión, sino es indispensable entender dónde se puede desarrollar de forma sostenible y generar mayor valor agregado.
“El Índice se ha consolidado como una herramienta estratégica para evaluar la capacidad de las entidades, en línea con iniciativas como el Plan México, que buscan articular una política industrial y territorial de largo plazo”, dijo el director de Finsa.
