Por Víctor Barrera


Concluyó el primer periodo de sesiones del segundo año de la presente legislatura en lo que se ha llamado la consolidación de la 4T y esto nos ha dejado ver que tanto el gobierno federal como su partido han tomado el camino de la imposición por encima de los consensos.


Y aunque esto no es nuevo, porque en los regies del PRI y del PAN, sus mayorías también buscaban imponerse. Sin embargo, la diferencia es que en esos gobiernos al menos se incluían algunas propuestas de la oposición para, más o menos demostrar que se escuchaban todas las voces.

Ahora, durante las discusiones de las modificaciones a las leyes y nuevas leyes, la “mayoría aplastante” no escucha ninguna propuesta, sea porque así se les ha ordenado o porque no leen los dictámenes que se ponen a votación, y simplemente levantan la mano, sin conocer que algunas de esas modificaciones lastiman al “pueblo sabio” por quienes supuestamente trabajan los legisladores oficialistas


Esto a provocado que en algunas votaciones exista una división entre estos partidos oficialistas, que posiblemente se agudicé mientras más se acerca los comicios intermedios en 2027.


Pero la consecuencia de eso es que, ante la imposición, México y la mayoría del os mexicanos nos quedamos en un estado de imposición y soberbia, que difícilmente podrá echarse atrás si no existe un cambio en la conformación del poder legislativo, y este podría darse, al menos en la cámara de diputados durante el 2027.


Aunque ante las modificaciones que han propuesto Morena y sus partidos aliados, con el objetivo de mantener el poder, se ve un tanto difícil si la gente no sale a votar con la convicción de ver un verdadero cambio a favor de la población y no solo del grupo de personas que integran el movimiento de la 4T.


Y es que desde el gobierno de López Obrador, hacer oídos sordos e invisibilizar de cualquier forma a la oposición se dejó de lado el diálogo y le debate político de altura para solamente presentar una imposición y soberbia, porque quien tiene el poder no lo puede dividir.


Y esto es lo que ha mantenido firme la nueva administración, ocupar el espacio de las conferencias de cada mañana para descalificar a la oposición y atacar a todo aquel que no piensa igual que Morena.


Porque la oposición solamente se ha convertido en el recipiente de los rencores y venganza de los oficialistas, y aun cuando se ha pedido, de parte de la oposición un dialogo abierto con el poder Ejecutivo hasta ahora no se ha mostrado siquiera la insinuación de una reunión.


Esta 4T entiende que la democracia emana del pueblo y ellos se han erigido como el pueblo mismo, por lo que ellos son quienes proponen y aprueban las modificaciones de ley o nuevas leyes. El oficialismo no está dispuesto a debatir, porque su objetivo es tener el control total de todo. La democracia es como ellos la entienden y aplican y nada más, y aunque la gobernabilidad y gobernanza no es del todo positiva, es como ellos la plantean y ejecutan.

Así es como hemos visto que a medida que se quiere consolidar a la 4T, el régimen se cierra a las opiniones y mucha más a la crítica. Tiene el poder y no permitirán perderlo, aunque en ello este el bienestar y mejor calidad de la población.

La gobernabilidad en el país ha entrado a terrenos donde aun cuando existen elementos para encender focos amarillos y prevenir desastres sociales. La respuesta es que México va por el camino correcto y es el que la gente con su voto pidió.


Por tanto, no debe existir ninguna crítica y quien la realice es un traidor no al movimiento sino a la patria misma, lo que significa que es un enemigo de los mexicanos. De seguir este rumbo, pronto podríamos ver un México encadenado a decisiones de un pequeño grupo, donde la mayoría será pobre y solo unos cuantos serán los ricos.

 Por tanto, estos ricos serán quienes decidirán el presente y futuro de la mayoría, Porque ante la eliminación de los organismos autónomos que empezaron a ser el contrapeso de un poder absoluto, ahora si este poder puede resplandecer sin temor alguno y amparado bajo el concepto de “primero los pobres” o “para el pueblo todo”.