Un año después de conformar un Consejo Asesor de Desarrollo Económico Regional y Relocalización (CADERR), la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo se apoyó de algunos de los empresarios más poderosos del país, encabezados por Carlos Slim Helú, para detonar inversiones en el país; el nuevo grupo está integrado por 18 miembros, cuyos grupos empresariales reportaron más de 2 billones 843 mil millones de pesos de ingresos en 2024.

Necesitada de apoyos en la cúpula de la iniciativa privada para paliar la falta de inversión pública y relanzar una economía estancada, la mandataria se rodeó de los más importantes empresarios de México, además de Carlos Slim, incluye a Alejandro Baillères Gual, Carlos Hank González, Juan Pablo del Valle Perochena y Pablo Chico Pardo, integrantes de cinco de las 10 familias más ricas de México en 2025, según la lista de la revista Forbes.

La mitad de los 18 integrantes del nuevo grupo de asesores, llamado Consejo para la Promoción de Inversiones, participa en los consejos de administración de las empresas de Carlos Slim Helú o de Grupo Televisa, dos de los principales receptores de contratos públicos del gobierno de Claudia Sheinbaum.

De una lista de los integrantes del nuevo grupo, publicada por el medio El CEO, destaca Carlos Slim Helú y su heredero directo, Carlos Slim Domit, pero también Gisselle Morán Jiménez o Luis Alejandro Soberón Kuri, miembros del Consejo de Administración de América Móvil, y Pablo Chico Pardo, hijo de Fernando Chico Pardo, consejero de Grupo Carso.

Por el lado de Grupo Televisa, el nuevo grupo de asesores de Sheinbaum incluye a Alfonso de Angoitia y Bernardo Gómez Martínez, los copresidentes ejecutivos de la televisora, así como otros integrantes de su consejo de administración, como Carlos Hank González –heredero de la familia Hank y presidente de Banorte– y José Antonio Chedraui Eguia.

El gobierno de Claudia Sheinbaum ya ha trabajado de cerca con Slim y con los copresidentes ejecutivos de Televisa, a quienes ha entregado los primeros grandes contratos de los trenes de pasajeros que unirán la Ciudad de México con el norte del país. A Operadora CICSA, filial de Grupo Carso, le otorgó un contrato por 31 mil 843 millones de pesos, y a la constructora ICA, de la que son socios Alfonso de Angoitia y Bernardo Gómez, le dio otro contrato de 14 mil 676 millones de pesos.

Además de Slim y de Televisa, el grupo de magnates encarna los intereses de varios de los sectores más influyentes del país: el banquero, con Carlos Hank González o Laura Diez Barroso –una de las herederas de la familia Azcárraga y actual presidenta del banco español Santander en México–; el minero, con Alejandro Baillères Gual –presidente de Fresnillo y Peñoles–; el refresquero, con José Antonio Fernández Garza –presidente de Coca-Cola FEMSA–; el industrial, con Álvaro Fernández Garza –presidente de Grupo Alfa– o el químico, con Juan Pablo Del Valle Perochena, dueño de Orbia.

Los grupos empresariales controlados por los nuevos consejeros de Sheinbaum son de los más importantes del país, con decenas de miles de empleados y flujos de dinero multimillonarios. En 2024, Coca-Cola FEMSA, que tiene la principal embotelladora de refrescos del país y opera la cadena Oxxo, reportó ingresos globales por más de 781 mil 585 millones de pesos; las empresas de Slim tuvieron ingresos por más de 400 mil millones de pesos; Banorte reportó 351 mil millones de pesos, y las empresas de Grupo Bal informaron, por separado, ingresos por más de 270 mil millones de pesos.

Siguiendo el ejemplo de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, quien había creado un Consejo Asesor Empresarial durante el periodo de transición entre el sexenio de Enrique Peña Nieto y el suyo, Claudia Sheinbaum tuvo una primera iniciativa para aglutinar los intereses empresariales a su proyecto político: hace un año creó el Consejo Asesor de Desarrollo Económico, Regional y Relocalización (CADERR), que encargó a la empresaria Altagracia Gómez Sierra, heredera del grupo Minsa y de la empresa Promotora Empresarial de Occidente.

A diferencia del grupo original de López Obrador, que reunía a los dueños de las tres televisoras del país –Bernardo Gómez Martínez, de Televisa; Ricardo Salinas Pliego, de TV Azteca, y Olegario Vázquez Aldir, de Imagen–, el CADERR estaba integrado por una mitad de empresarias de diversos sectores, incluyendo a Gina Diez Barroso Azcárraga, Blanca Treviño de Vega, y por presidentes de grupos como DeAcero o Grupo Lala.

Con el paso de los años, el tabasqueño dejó de reunirse con su Consejo Asesor Empresarial y se acercó más a Carlos Slim Helú, quien al final de su sexenio se convirtió en un visitante regular de Palacio Nacional.

En una maniobra parecida, Sheinbaum decantó por acercarse más al hombre más rico de México para respaldar su política económica, que busca fomentar la inversión privada a través del llamado Plan México, con el objetivo de que las inversiones alcancen el 25% del PIB para el año entrante.

Un día después de anunciar la formación del nuevo grupo, la mandataria se reunió durante dos horas con los integrantes del Consejo Mexicano de Negocios (CMN) en el Museo Kaluz, y salió de la reunión con 38 nuevos proyectos de infraestructura y peticiones para “desatorar” inversiones, según comentó Altagracia Gómez Sierra a la prensa.

Aunque los apellidos del grupo de empresarios vienen de décadas atrás, varios integrantes del consejo de Sheinbaum forman parte de la generación de herederos que está tomando el control de los conglomerados familiares. Destacan Carlos Slim Domit, el hijo de Carlos Slim; José Antonio Fernández Garza Lagüera, hijo de José Antonio Fernández Carbajal; Alejandro Baillères Gual, hijo de Alberto Baillères González, quien falleció el 2 de febrero de 2022, o Pablo Chico Pardo, el hijo de Fernando Chico Pardo, el financiero que acaba de convertirse en el principal socio individual de Banamex.