Luego del brote de violencia ocurrido el pasado domingo en el municipio de Villaflores, en la región de La Frailesca, donde grupos presuntamente vinculados al crimen organizado incendiaron vehículos y generaron temor entre la población, el gobernador Eduardo Ramírez Aguilar reiteró que su gobierno mantendrá un combate frontal contra la delincuencia para restablecer y preservar la paz social en Chiapas. 

Tras los hechos, en los cuales dos presuntos delincuentes fueron abatidos por el grupo de élite Fuerza de Reacción Inmediata Pakal, el mandatario aseguró que su gobierno no dará tregua a quienes pretendan sembrar violencia en la entidad. 

“Yo no voy a bajar la guardia. Así como entramos con fuerza, así vamos a cerrar. No vamos a permitir que nuestra estrategia de seguridad se ponga en tela de juicio”, afirmó. 

Al poner en marcha el programa carreteras seguras desde el municipio de Villaflores declaró: “Tengan la certeza de que su gobernador tiene el tiempo completo para estar en Chiapas, enfocado a los problemas, porque no vamos a permitir que nuestra estrategia de seguridad se ponga en tela de juicio”. 

A casi un año del inicio de su gobierno, Ramírez Aguilar expresó que su compromiso con la seguridad permanece intacto y aseguró que no permitirá retrocesos. 

“Escúchenme bien; que me escuchen lejos los bandidos y delincuentes. ¿Están dispuestos a dar la lucha ustedes ¿Sí? Pues yo también. Allá hay valor, aquí también hay valor. Alla más o menos son inteligentes, acá hay sobrada inteligencia, aquí hay capacidad, pero tenemos algo que nos caracteriza autoridad moral, porque no queremos vivir con violencia, nosotros no queremos un estado de violencia. 

Desde el primer día de su administración Ramírez Aguilar se puso en marcha una estrategia integral de seguridad, la cual incluyó la creación de una corporación especializada para enfrentar a los grupos armados. 

Con la Fuerza de Reacción Inmediata Pakal para combatir directamente a la delincuencia organizada, el gobierno empezó a celebrar los resultados al bajar las ejecuciones, los desplazamientos forzados, las extorsiones que, de acuerdo con la Fiscalia General del Estado (FGE), se habían disparado en un 300 por ciento. 

Durante la administración actual se ha invertido como nunca en el fortalecimiento de la capacidad operativa de las corporaciones de seguridad, destinando recursos a la adquisición de un helicóptero Sikorsky UH-60 Black Hawk, que tiene blindaje nivel 6, está artillado con ametralladoras y tiene capacidad para transportar hasta 14 elementos (incluyendo artilleros, pilotos, técnicos), como parte de su paquete de seguridad. 

Asimismo, el gobierno adquirió lanchas rápidas tipo Monster 28/30, equipadas con armas, internet satelital, y autonomía de 7-8 horas, pensadas para vigilancia, interdicción o rescate por vía marítima, armamento especializado, vehículos blindados, drones y sistemas de inteligencia. 

También ha incrementado el salario de los policías estatales, como parte de una política para dignificar la labor policial y garantizar mejores condiciones laborales para quienes enfrentan diariamente a la delincuencia. 

A casi un año del inicio de su gobierno, el mandatario expresó que su compromiso con la seguridad permanece intacto y aseguró que no permitirá retrocesos. 

Finalmente, sostuvo que la seguridad pública no tiene restricciones presupuestales para su administración. “No le vamos a regatear nada a la seguridad pública. Vamos a seguir trabajando con firmeza para que haya paz, armonía y tranquilidad en Chiapas”, concluyó.