Por Víctor Barrera
La crisis que vive el campo no de ahora es de años atrás, sin embargo, hasta ahora no se han presentado iniciativas de Ley que vayan a las principales causas de estos problemas y solo se han manejado, durante los diferentes regímenes existentes, con tintes meramente políticos y han dejado la población en general en medio de sus disputas.
Desde ayer, en la cámara de diputados se discute una iniciativa de reformas a las leyes del agua que envión Claudia Sheinbaum, que se presupone desactivaran esa crisis que se vuelve cada vez más grande y que afecta a todos los mexicanos.
Claudia Sheinbaum tiene en las protestas del campo el reto más complejo de lo que va de su administración y es necesario desactivarla a unos cuantos días que se lleve a cabo una concentración para festejar los siete años de que asumió el poder Morena y su autollamada Cuarta Transformación.
Pero esta crisis, en buena medida es otra “herencia maldita” que recibe de su antecesor, oriundo de Macuspana, porque en la pasada administración los recortes presupuestales al campo fueron importantes y la desaparición de organismos financieros a favor del campo se han realizado.
También porque las promesas que el obradorísmo realizó, en donde se hablaba de una autosuficiencia alimentaria y que era a partir de la bonanza del campo, basado en precios de garantía que serían respetados por el mismo gobierno federal, la realidad fue otra, el campo cada vez s menos productivo y en muchas ocasiones las tierras son arrebatadas por grupos delincuenciales y lo peor que el insumo principal para el campo, el agua es cada vez más escaso.
Así que quienes ahora muestran el enojo son gente que voto por Morena confiados en que las promesas se hicieran realidad y ante la falta de resultados el descontento se eleva y suma cada vez a más sectores que a través de marchas exigen al gobierno federal actúe para resolver sus problemas.
Los productores de maíz cerraron carreteas para exigir el pago justo a sus productos y la respuesta del gobierno fue la descalificación, los jóvenes, acompañados de adultos mayores y personas de todas las edades, en su marcha exigen al gobierno mayor seguridad, la respuesta también fue la descalificación desde Palacio Nacional.
Estos dos días se discute las reformas a las Leyes del Agua, pero bajo la intención de un control total del estado a este líquido y que el mismo estado quien designe y distribuya la cantidad de agua para cada una de las regiones del país.
Todo esto a convertido al panorama del campo bastante gris y esto podría derivar en mayor descontento social, por ello le urge a Claudia Sheinbaum se apruebe esas reformas para manifestar que se trabaja en lo que desde hace seis años debió haber empezarlo a hacerlo.
Se pretende regular y poner orden para castigar los abusos en la explotación y acaparamiento del agua, pero a través de implementar una nueva herramienta de control que sirva para garantizar mayores votos a Morena en el 2027 y en el 2030.
Todo apunta a que las reformas tanto a la Ley General de Agua como a la de Aguas Nacionales se aprobarán las modificaciones reales quedarán pendientes, no así se aplicarán sanciones penales a quienes no se ciña a la nueva ley.
Sin lugar a dudas eso no detendrá el enojo de los productores y trabajadores del campo y posiblemente, el gobierno tendrá que buscar otros asuntos no resueltos para ir tapando todos esos huecos que dejo pasar López Obrador.
Porque ante la creciente corrupción ya nadie cree que el gobierno federal trabajará a favor del bienestar de la población que más lo necesita, porque las administraciones de la 4T han demostrado que sus prioridades son en razón de apoyar a los suyos y cobijarlos con la impunidad.
Formar supersecretarias y concentrar el poder no es la solución, porque la gente del campo enfrenta varios problemas, y se comienza con la falta de agua para seguir produciendo los alimentos de todos los mexicanos, carecer del financiamiento para aplicar tecnología al campo. Además, debe seguir pagando el tributo que las organizaciones criminales les exigen, la solución es erradicar todos los males y buscar soluciones favorables para todos y no solo para el gobierno.
No se puede gobernar con soberbia a un país con muchos problemas se debe gobernar con inteligencia y con unidad.
