Los sindicatos del país pondrán en la mesa de negociación para aumentar el salario mínimo en 30. 6 por ciento para el 2026 con el objetivo de recuperar el poder adquisitivo de hace 50 años, dice José Luis Carazo, representante y vocero del sector de trabajadores del país ante la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami).

“La solicitud es un incremento de los salarios generales mínimos y profesionales del 30.6 por ciento ¿Cuál es la razón de esta solicitud? Queremos ya alcanzar el poder adquisitivo del salario mínimo que teníamos en 1976”, comenta en entrevista el también secretario del trabajo de la Confederación de Trabajadores de México (CTM).

El 27 de noviembre iniciará la negociación tripartita para fijar el incremento al salario mínimo, según fuentes cercanas al Consejo de Representantes de la Conasami. Además del sector de trabajadores, los otros participantes son el sector patronal y el gobierno federal representado por la Conasami. 

Un aumento de 30.6 por ciento como proponen los sindicatos del país llevaría al salario mínimo general de 278.80 pesos diarios a 362.34 pesos, unos 83.54 pesos más (11,017 pesos al mes). Mientras que el salario fronterizo pasaría de 419.88 pesos a 545.84 pesos diarios (16,593 pesos al mes).

Esta propuesta del sector trabajador rebasa el incremento de 12 por ciento que se aprobó para 2025 y está por arriba de estimaciones que han realizado especialistas: Banamex prevé un alza de 11 por ciento, la organización Acción Ciudadana Frente a la Pobreza planteó un alza de 16 por ciento para el mínimo general y de 4 por ciento para el fronterizo, la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) 20% directo.

El sector patronal no ha hecho pública cuál será la propuesta que presentará en la negociación del salario mínimo. Mientras que la Conasami anunció el 18 de noviembre que ya se prepara para comenzar el proceso de fijación del salario mínimo en el país. En un comunicado, explicó que su Dirección Técnica prepara ya su informe anual sobre el comportamiento de la economía para 2025. Una vez concluido, lo presentará “a finales de mes”.

La propuesta de los trabajadores de aumentar el salario mínimo a 30.6% que llevarán a las autoridades federales y empresarios busca recuperar el poder adquisitivo que se tenía en 1976, de acuerdo con José Luis Carazo, vocero del sector de trabajadores del país ante la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami).

“Estamos en un rezago con respecto a ese salario de 1976 del 30.6 por ciento. Entonces, consideramos que ya es justo que después de 50 años para las nuevas generaciones y para las actuales, pues que ya vayan teniendo un salario mínimo como lo manda la Constitución”, explicó Carazo.

Las 24 organizaciones que representa Carazo como vocero acordaron esta propuesta el miércoles pasado, añadió.

En su planteamiento no está un incremento diferenciado del salario mínimo entre el que aplica para 46 municipios fronterizos y el que rige en el resto del país.

Otro de sus objetivos con esta propuesta es que los salarios mínimos profesionales también suban en la zona fronteriza pues, de acuerdo con sus cálculos, se ubican cerca de los 419 del mínimo, lo que llevará a que se inhiba la competitividad y productividad si se igualan ambos ingresos.

“Qué trabajador, cuando todos ganemos igual, va a tener el interés de mejorar, de prepararse, de superarse, de echarle ganas si todos ganamos igual”, explicó Carazo.

El sindicalista advirtió que si los salarios no crecen en la misma proporción llevará a que en general los trabajadores ganen un ingreso mínimo.

Desde su perspectiva, los incrementos a doble dígito y su propuesta de 30.6% sí son sostenibles en el tiempo y posibles si se “cambia el chip” de que la competitividad y productividad en México se basa sólo en ofrecer salarios bajos.

“El país está acostumbrado a que solamente se recargue las espaldas de los trabajadores, su competitividad y su participación en el mundo”, añadió.

Entre sus propuestas para que el salario deje de ser el principal elemento de competitividad del país, Carazo enumeró el mejorar las vías de comunicación, una banca de desarrollo que fomente la inversión, tasas de interés más accesibles, reducir trámites, combatir la piratería.

“Por ahí podrían competir muchísimo más y luchar por esos temas y no exclusivamente recargarse en el tema de los salarios bajos”, explicó.

El sindicalista dijo que “están firmes” en su propuesta de lograr el aumento de 30.6 por ciento porque es “lo justo”.

De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el salario mínimo ha aumentado “excepcionalmente” en años recientes.

“Entre enero de 2021 y enero de 2025, el salario mínimo real aumentó un 56.7 por ciento, el  mayor incremento entre los países de la OCDE y muy por encima del promedio de la OCDE, que fue de 8.8 por ciento”, indica el organismo internacional en su reporte Perspectivas del empleo de la OCDE 2025: México.

La política de aumentar el salario mínimo con fuerza comenzó el sexenio pasado y es una meta también del actual gobierno de Claudia Sheinbaum. Su objetivo es que este ingreso alcance a cubrir 2.5 veces la canasta básica. Incluso el 18 de noviembre pasado, la mandataria dijo que el salario mínimo ha aumentado 125por ciento real de 2018 a la fecha.

Por ley, el incremento al salario mínimo debe ser por arriba de la inflación que hasta octubre pasado se ubicó en 3.57 por ciento.

De acuerdo con un análisis de Banamex, en la medida que el salario mínimo aumente los efectos “negativos” comenzarán a hacerse presentes debido a que aumentarán los costos para las empresas.

“Desincentivando la creación de empleo y presionando los precios finales que llegan a los consumidores, lo que puede a su vez incidir negativamente sobre la pobreza, generando efectos contrarios a los deseados”, explica.