Víctor Manuel Herrera, presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF, destacó que el aumento salarial debería alinearse con la inflación para evitar presiones inflacionarias, ya que un incremento en los salarios sin un aumento en la productividad puede llevar a que haya más dinero en circulación y menos bienes producidos, lo cual incrementaría los precios.

Por ello, dijo que es esencial aumentar la productividad o enfrentar riesgos inflacionarios si los ajustes salariales no se compensan adecuadamente.

“Yendo a futuro, ese aumento salarial debiera ser lo más cercano posible a la inflación, porque si no lo es, entonces sí va a haber presiones inflacionarias, porque la gente va a tener más dinero que gastar, y como no hay inversión, va a haber menos bienes producidos en México, que si hay más gente que nos demanda, pues sube el precio, ¿sí? Entonces, una de dos, o subimos la productividad en una forma importante, como lo estamos mencionando en el documento, o si no, nos arriesgamos a que haya presiones inflacionarias en el futuro, si se mantiene una brecha muy grande en los ajustes salariales que no esté compensada con mayor productividad”, advirtió.

Subrayó que las alzas salariales alcanzadas en los últimos años han cerrado la brecha al recuperar el poder adquisitivo del salario mínimo de los años 80.

De confirmarse la propuesta de aumento salarial a los mínimos el próximo año, el salario nominal en México llegará a los 309.5 pesos diarios de manera general y a 466 pesos en la zona de la frontera norte del país.

En cuanto a la deuda de México, el presidente de Estudios Económicos del IMEF dijo que esta crece más rápido que el PIB, generando problemas económicos y un alto apalancamiento.

Además, destacó que la falta de inversión y productividad incrementa riesgos inflacionarios y afecta las calificaciones crediticias.