Por Víctor Barrera
Es lamentable que Claudia Sheinbaum siga con una postura de división social y no busqué el diálogo para terminar con esta, porque hace más daño a México y a los mexicanos.
La narrativa que nos lleva a pensar que Claudia Sheinbaum lleva al país a un escenario riesgosos porque solo habrá dos opciones, o estas con ella o en contra de ella. Sin pensar que es necesario ya estar en la búsqueda de una intercomunicación a favor de resolver las causas que derivan en los grandes problemas que mantiene el país.
Porque insistir que el gobierno y el pueblo son invencibles, solo descalifica la diversidad de opinión y evita la comunicación. Porque aun cuando la palabra pueblo es la más recurrente no se especifica quien o quienes son el pueblo.
Sheinbaum Pardo es presidenta de todos y no solo de quienes, por conveniencia, simpatizan con ella. Desde el sexenio anterior en la 4T se ha minimizado a quienes tienen visiones distintas del rumbo que debe tomar el país, al grado que estos últimos son calificados de adversarios y hasta traidores a la patria, algo grave para un país que necesita unidad social.
Hasta el momento no ha existido alguna reflexión al respecto, y esto solo muestra que esta 4T busca imponerse y mantenerse en el poder por varios años y posiblemente décadas. Desde el análisis que manifestaba que eran bots los que convocaban a la marcha y después se descalifica esta porque no solo asistieron jóvenes, sino diversos grupos sociales, adultos mayores, hasta niños y adolescentes.
Se buscó echar la culpa a la derecha, nacional e internacional, pero jamás se buscó el acercamiento para escuchar a toda esa gente y en el momento de la marcha al acercarse a Palacio Nacional la orden fue que los cuerpos policíacos reprimieran de cualquier forma, a los manifestantes, provocando un enfrentamiento que creo imágenes que han dado vuelta al mundo y pone al gobierno federal y al capitalino como opresores.
Se justifica señalando que “no caeremos en provocaciones” pero es el gobierno quien propicia esas provocaciones. El clamor de la gente n ose calla con golpes, se calla con soluciones.
Debe ser el gobierno mismo que debe verse como parte del problema para empezar a buscar soluciones, porque aislarse y mostrarse como víctima de operaciones en su contra de complots, es solo querer cerrar los ojos e insistir que el gobierno simplemente tiene la razón y cualquier otra cosa no significa nada.
Se está convocando a otra marcha, y será necesario que el gobierno federal piense bien como desactivarla, y esta es mediante el diálogo. Porque de no hacerlo es probable que se sumen muchas más personas a la marcha y el contingente sea mayor, y los resultados mayormente negativos si el gobierno mantiene su postura de oprimir la marcha y a la gente.
Claudia Sheinbaum tiene un pasado en marchas y nuca fue reprimida, aunque diga lo contrario. Ahora ella esta del otro lado y debe demostrar que su gobierno si escuchará, si dialogará y dejará de invisibilizar a los mexicanos y sus problemas.
