Tras cinco meses de cierre fronterizo para la exportación de ganado mexicano, los gobiernos de Estados Unidos y México celebraron una reunión de alto nivel con el objetivo de analizar las medidas necesarias para la reapertura, así como los retos sanitarios que enfrentan ambas naciones con miras a la revisión del T-MEC.
La secretaria del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), Brooke Rollins, quien acudió a las instalaciones del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), analizó, junto con el titular de Agricultura, Julio Berdegué, el progreso de la campaña conjunta destinada a combatir el gusano barrenador del ganado (GBG).
La secretaria Rollins, quien también se reunió con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, resaltó los avances alcanzados y la cooperación entre ambos países, a nivel tanto político como de las agencias sanitarias del Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal (APHIS) y del Senasica.
Cabe destacar que ha transcurrido un año desde que Estados Unidos suspendió por primera vez las exportaciones de ganado debido a la presencia de GBG. Si bien anunció la reapertura el primero de febrero de 2025, el 11 de mayo declaró nuevamente el cierre y el 30 de junio se anunció la reapertura en fases.
Durante la reunión, ambos secretarios establecieron las prioridades y acciones inmediatas para decidir sobre la reanudación de la exportación de ganado, entre los puntos clave incluyeron el fortalecimiento de la coordinación en temas de sanidad animal, como el GBG, y la identificación de áreas de colaboración para la próxima revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
El titular de Agricultura de México subrayó la importancia de mantener la confianza, certidumbre y respeto a las reglas como principios que impulsan el desarrollo de una integración agroalimentaria sólida entre los tres países de América del Norte, reiteró que México busca más comercio, más integración y más cooperación, en beneficio de los productores y los consumidores.
Ambos funcionarios dialogaron sobre las prioridades y oportunidades del comercio agroalimentario entre México y Estados Unidos y coincidieron en que es motor de las economías de ambos países, a la vez que asegura a las industrias y a los consumidores el acceso a insumos y a productos de alta calidad, seguros y a precios convenientes.
El encuentro, dijo el titular de Agricultura, “representó un nuevo paso en el fortalecimiento de una relación agrícola sólida y de largo plazo, que sustenta miles de empleos y contribuye a la seguridad y estabilidad alimentaria de la región. México y Estados Unidos son socios estratégicos en la construcción de un sistema alimentario norteamericano seguro, sostenible y competitivo”.
