El gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca Salazar, consideró que el asesinato del alcalde de Pisaflores, Miguel Bahena Solórzano genera “todavía más elementos de preocupación” en medio de una emergencia por los daños que ocasionaron las lluvias extraordinarias recientes.
Menchaca evitó pronunciarse sobre lo que representa para su gobierno este suceso y si ven un riesgo al ser el tercer atentado en menos de tres meses contra un servidor público.
“No se había dado con un presidente municipal”, expuso el mandatario, para después añadir: “No me gusta el término (de hecho aislado), porque parecería que ya es como de cajón. Es un hecho muy lamentable y nosotros tenemos la obligación de investigar y de sancionar, en todos los casos, no nada más porque uno sea conocido o sea funcionario público, y ya se está trabajando”.
Para el gobernador, “esto, dentro de la emergencia que estamos atendiendo, viene a generar todavía más elementos de preocupación”, aunque luego orientó la respuesta a la suma de organizaciones civiles y otros gobiernos estatales y el federal en el apoyo a Hidalgo tras los fenómenos hidrometeorológicos del 7 al 11 de octubre, que hasta el último corte dejaron 28 municipios afectados, entre ellos Pisaflores.
“Es lamentable, no es un consuelo, pero a diferencia de otras entidades federativas, son notas relevantes. Es la vida de las personas y nuestra obligación es no quedarnos en la queja o en no hacer nada; pasmados, esa es la palabra. Es ponernos a trabajar”, dijo Menchaca, en entrevista con medios estatales en el aeropuerto Guillermo Villana de Pachuca, desde donde se coordina el apoyo aéreo a las comunidades siniestradas y a las que aún siguen sin comunicación terrestre tras el paso de los meteoros.
“Todos los días tengo informes de los cateos, de los objetivos que se detienen porque son generadores de violencia. Todos los días está la policía, todos los días está la procuraduría trabajando, y como en muchas de las sociedades, tenemos esas agresiones, pero también actúa la fuerza pública.
“Yo soy un convencido de que ése es el poder del Estado: toda la fuerza del Estado para inhibir, para combatir a la delincuencia; entonces, es una tarea difícil, pero tenemos mujeres y hombres que arriesgan su integridad y su vida para salvar la nuestra”, insistió el gobernador, quien informó que recibió la noticia del homicidio del edil Miguel Bahena ayer durante la reunión nocturna en el que se actualizan las afectaciones por las lluvias.
“Estaba en esa reunión y me avisaron, me avisó el procurador (Francisco Fernández Hasbun); ya está en manos precisamente de esa institución, la investigación… es muy lamentable, cualquier pérdida de cualquier persona es lamentable, están siguiendo varias líneas de investigación y yo expreso a su familia primero mis condolencias y asegurarle, como en todos los casos, que vamos a investigar”, se comprometió.
Miguel Bahena Solórzano, emanado del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), fue asesinado la noche del lunes 20 de octubre. Con base en el primer reporte que hizo la policía municipal para requerir apoyo, el edil fue atacado a tiros mientras se encontraba afuera de su vivienda, en la calle Ignacio Rubio, casi esquina con camino a Chalahuite, una localidad de apenas mil habitantes, con terreno de sierra.
El alcalde se encontraba con su hermano afuera del domicilio, conviviendo. Después del ataque fue trasladado a la clínica del municipio, en la localidad de La Estancia, pero personal médico confirmó que llegó sin signos vitales.
El despliegue policial tras el homicidio incluye el recorrido por caminos rurales y comunidades entre Pisaflores y los municipios serranos aledaños entre los que pudieron escapar dos hombres que, al momento de disparar directamente con Bahena hasta ultimarlo, viajaban en una motocicleta blanca. Sin embargo, las autoridades no descartan que contaran con más cómplices que les facilitaran el escape.
También, se instalaron filtros de revisión en carretas y el operativo será reforzado en las próximas horas. Hasta el momento, el operativo no ha arrojado resultados.
Un día después del atentado, la Asociación de Alcaldes del Estado de Hidalgo que preside el edil morenista de Mineral de la Reforma, Eduardo Medécigo Rubio, condenó “de manera firme el lamentable acontecimiento que derivó con la muerte del presidente municipal de Pisaflores”, además de manifestar “el repudio total a la violencia y a los actos que atentan directamente contra la integridad, no sólo de servidores públicos, sino de la población en general”.
Al cierre de su comunicado, pidió “la unidad en torno al gobernador del estado, Julio Menchaca Salazar”, quien, afirmó, a nombre de la asociación, “impulsa una estrategia integral en materia de seguridad pública”.
El morenista ejemplificó que “ya se tiene adelanto de lo que le pasó a este muchacho, a Hiram (víctima de otro ataque armado); ayer me dieron un reporte de avance, y el trabajo cotidiano es que no haya impunidad, que no haya inseguridad… es una tarea intensa y nosotros, como obligación del Estado, estamos conteniendo a la delincuencia en todos los niveles”.
El pasado 17 de octubre, un hombre fue asesinado a balazos cuando viajaba en su automóvil BMW negro sobre el bulevar Ramón G. Bonfil, en Pachuca, a un costado de residencia Altea. Dos sujetos a bordo de una motocicleta roja se equipararon a la altura de la puerta del piloto y abrieron fuego.
La víctima, identificada como Hiram “N”, había sufrido una agresión armada en Tulancingo años antes.
El 23 de septiembre, Dereck Atrellou Olvera Juárez, director de Prevención del Delito del ayuntamiento de Tulancingo, fue víctima de un ataque armado cerca de su vivienda. Los dos disparos que recibió en el abdomen lo llevaron a terapia intensiva.
Previamente, el 3 de septiembre, el juez del Juzgado Penal Acusatorio y Oral en Tula, Víctor Hugo Matadamas Barranco, fue víctima de un ataque armado cuando viajaba en su automóvil por la colonia Iturbe, en el mismo municipio hidalguense, que es parte de una disputa territorial entre grupos del crimen organizado por el control del narcomenudeo y los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) para robar combustibles.