El pleno de la Cámara de Diputados inició la discusión de la reforma a la Ley de Amparo en una sesión que se perfila se prolongue hasta la noche ante el rechazo anticipado de las bancadas de oposición, quienes presentaron más de 300 reservas al dictamen. 

También, la ex ministra y diputada de Morena, Olga Sánchez Cordero, anunció un voto particular luego de que en su discusión en comisiones advirtió de efectos negativos de la redacción y propuso ajustes.

Como único punto a discutir, el pleno comenzó el debate del dictamen con proyecto de decreto por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Ley de Amparo, Reglamentaria de los Artículos 103 y 107 de la Constitución, del Código Fiscal de la Federación y de la Ley Orgánica del Tribunal Federal de Justicia Administrativa.

El diputado de Morena, Julio César Moreno Rivera, presidente de la Comisión de Justicia, explicó los alcances de esta reforma. Luego de las críticas que desató el artículo transitorio aprobado en el Senado con el que se establecía la retroactividad de esta legislación, afirmó que “aprobamos desde un inicio hacer cambios significativos a la minuta, al modificar el régimen transitorio para dar certeza jurídica retomando la iniciativa original de la presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo”.

Aseveró que durante las audiencias públicas organizadas en el órgano legislativo se escuchó a los académicos, juristas, litigantes, organizaciones sociales y representantes del Poder Judicial. “Escuchamos voces críticas, visiones diversas y preocupaciones legítimas, así como coincidencias a favor y en beneficio de fortalecer y mejorar los argumentos en favor de la Ley de Amparo en beneficio de nuestro país”, agregó.

Defendió que con los ajustes se “moderniza” el juicio de amparo con herramientas digitales y se reconoce el amparo en línea, hace más eficiente y expedito su trámite al evitar “dilaciones y abusos procesales”, y reafirma “su carácter garantista manteniéndolo como el medio defensivo por excelencia frente a los actos de autoridad”.

Además, se precisa la figura de “interés legítimo” para “evitar litigios abstractos y demandas carentes de sustento”. Con ello, se establece que el interés legítimo debe derivar de una afectación real, individual o colectiva, actual y diferenciada, cuya reparación genera un beneficio cierto.

Con ello, dijo el diputado morenista, “no se cierra la puerta a los derechos colectivos, sino que se les da un marco jurídico más sólido y coherente con la jurisprudencia de la Suprema Corte”.

Recalcó que la suspensión del acto reclamado se mantiene como herramienta esencial de protección, pero se evita su uso abusivo. “No podrá emplearse para encubrir actividades ilícitas, lavado de dinero, evasión fiscal, ni para detener actos de interés público que beneficien a la sociedad”, consideró Moreno Rivera.

La reforma “no elimina el juicio de amparo, es falso”, indicó Mariana Benítez al presentar la posición de la bancada de Morena.

Rodeada de sus correligionarios quienes mostraron pancartas con frases como “La Cuarta Transformación es justicia” y “proteger al pueblo, no los privilegios”, apuntó que “quienes sostienen que esta reforma es autoritaria, se equivocan o mienten deliberadamente. Autoritarismo sería mantener el uso corrupto del amparo para privilegiar intereses particulares”. Señaló que la reforma es necesaria “porque el abuso existía”, así como un desequilibrio judicial.

El coordinador de la bancada del Partido Acción Nacional (PAN), Elías Lixa, al recordar la esencia yucateca en la creación de la primera Ley de Amparo, dijo que esta figura había tenido 180 años de evolución hasta la modificación que se discute. Al asegurar que dejará en indefensión el derecho de grupos y comunidades a defenderse, como ejemplo, relató un amparo que ganaron apicultores contra la empresa Monsanto. “Ustedes protegen a poderosos como Monsanto”, lanzó al bloque mayoritario. 

Por su parte, con pancartas con la frase “Morena Desampara a México” y Salvemos el Amparo, “no a la dictadura”, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), adelantó su voto en contra porque la iniciativa “proviene del poder” y la intolerancia, expuso el coordinador de los diputados del tricolor, Rubén Moreira.

Al inicio de la discusión, diputados del PAN, Movimiento Ciudadano y del PRI presentaron mociones suspensivas que fueron rechazadas por la mayoría. El panista, Germán Martínez, mostró un ejemplar del libro Hacia una nueva Ley de Amparo, del ex ministro, Arturo Zaldívar, para argumentar que el bloque mayoritario antes rechazaba modificaciones a esta legislación como las que hoy se votarán. También replicó los argumentos de los hoy integrantes de Morena que se opusieron a una reforma en 2013. Antes de concluir, aventó el libro al suelo.