Por Víctor Barrera


A partir del incio del segundo año de la administración federal de Claudia Sheinbaum, México tiene enfrente el reto de buscar crecimientos superiores al 3 por ciento, con el objetivo de que en el mediano plazo, el fortalecimiento y desarrollo del país sea una realidad.


Este fortalecimiento podría seguir siendo sustentado por el aspecto comercial, porque desde los años 80 nuestro país ha estado inmerso en una apertura comercial que ha permitió el desarrollo y crecimiento de otras áreas productivas.


Sin embargo, ahora que el comercio mundial presenta un cambio provocado por las imposiciones arancelaria de Donald Trump, México deberá utilizar todos los acuerdos, Tratados y Alianzas comerciales establecidas, para diversificar la exportación de los productos que genera el país y con ello evitar seguir dependiendo de manera importante de lo que se exporta hacia Estados Unidos.


Por tanto, esta globalidad comercial puede seguir siendo uno de los ejes fundamentales para el crecimiento económico, para seguir construyendo la infraestructura suficiente que alcance la conectividad total del país y con ello desarrollar no solo 9 polos económicos sino un mayor número de ellos.


México debe evitar caer en la oscura etapa populista para aventurarse a dar un paso más allá con el objetivo de alcanzar la posición adecuada en el comercio global.


Esto ha sido señalado por Claudia Sheinbaum como objetivo y este deberá alcanzarse en los próximos años. México ya tiene una larga experiencia en el libre comercio desde los años 80 del siglo pasado, pero siempre hay que ajustar la percepción del mismo para adecuarnos a los cambios que se vayan estableciendo.


Es cierto que las decisiones arancelarias de Donald Trump y la incertidumbre sobre el futuro del acuerdo comercial con Estados Unidos generan inquietud en la economía la mexicana. Sin embargo, es importante estar preparados para los siguientes cambios y que mejor que fortaleciendo nuestro comercio con otras naciones que conlleven beneficios para México.


Hasta el momento el cambio comercial establecido por Trump ha impulsado nuevas negociaciones que reafirman el aspecto positivo del libre comercio.
De acuerdo con la Organización Mundial de Comercio (OMC) entre enero y junio de este año, el volumen del comercio mundial de mercancías aumentó 4.9 por ciento en comparación anual, Esto lleva elevar el pronóstico para todo este 2025, que es de beneficio para todas las naciones.


Es por ello que para el 2026, México debe ya establecer esos tratados y acuerdos comerciales que permitan que los productos mexicanos se posiciones aun más a nivel mundial.


De tal forma que con ello se podrá enfrentar los cambios que vendrán por delante ante el retraso en la ejecución de la política arancelaría de parte de Donald Trump, hecho que pudiera cambiar el comportamiento comercial en la zona de América del Norte, donde México está inmerso.


Recordemos que, a mediados del 2026, México, Estados Unidos y Canadá realzarán la revisión del Tratado Comercial existente, el T-MEC, y que esto provocará ese cambio. Sin embargo, repito, podría México salir con menores impacto si se concretan otros tratados comerciales.


El libre comercio, sigue siendo la medida neoliberal que utilizan muchas naciones y les permite el desarrollo económico y crecimiento de su infraestructura. México debe seguir aprovechando esto.