El senador Manuel Añorve Baños advirtió que la falta de previsión y respuesta oportuna del gobierno federal ha provocado un aumento significativo en los precios de la carne de res, producto básico en la dieta de millones de hogares. La reaparición del gusano barrenador, una plaga que previamente había sido controlada, evidencia la ausencia de campañas de sanidad agropecuaria efectivas.

El brote del gusano barrenador se detectó en diciembre de 2024, y hasta la fecha se han registrado 5,800 casos en el país, afectando a bovinos, porcinos, cabras, borregos, mascotas e incluso personas. La falta de control redujo la oferta de ganado y encareció la producción, con repercusiones directas en la alimentación de las familias mexicanas.

De acuerdo con cifras oficiales, en julio el precio de la carne de res registró un incremento anual de 17.6%. El retazo aumentó 19%, el bistec de res 18%, la carne molida 17% y el filete 12%, lo que evidencia el impacto real de la plaga en los productos esenciales de la dieta nacional. Especialistas advierten que la presión sobre los precios continuará mientras la oferta permanezca limitada.

Además del efecto económico, esta situación representa un retroceso en materia de salud pública y seguridad alimentaria, ya que restringe el acceso a proteínas de calidad para millones de personas. La crisis no es únicamente ganadera, sino un problema de alcance nacional que afecta directamente la mesa de las familias.

Con el PRI nunca se permitió que se perdiera el estatus sanitario de México ni que se pusiera en riesgo la producción ganadera nacional. Gracias a la planeación, las campañas de sanidad y el seguimiento constante, se obtenían resultados efectivos. La falta de acción y la improvisación del gobierno actual generan consecuencias que hoy pagan las y los mexicanos.