Expertos en derechos humanos de la ONU calificaron el jueves de «crimen atroz» los informes sobre «desapariciones forzadas de palestinos hambrientos» que buscaban comida en sitios de distribución gestionados por la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF).
Los siete expertos independientes aseguraron, en una declaración conjunta, haber recibido información de que varias personas, incluido un niño, desaparecieron tras acudir a estos sitios de ayuda en Rafah.
El ejército israelí estaría «directamente implicado en las desapariciones forzadas de personas que buscan asistencia», añadieron los expertos mandatados por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, aunque no hablan en nombre de la organización.
«Los reportes de desapariciones forzadas dirigidas contra civiles hambrientos que buscan ejercer su derecho fundamental de alimentarse no solo son impactantes, sino que equivalen a tortura», señalaron. «Usar la comida como herramienta para llevar a cabo desapariciones selectivas y masivas debe cesar inmediatamente», agregaron.
La Fundación Humanitaria de Gaza declaró que no existen pruebas de desapariciones forzadas en sus sitios de ayuda en los territorios palestinos, después de que los expertos informaran sobre tales exacciones.
«Trabajamos en una zona de guerra donde pesan graves acusaciones contra todas las partes que operan fuera de nuestros sitios. Pero dentro de las instalaciones de la GHF no hay evidencia de desapariciones forzadas», indicó la fundación en un comunicado a AFP.
La ONU declaró el estado de hambruna en Gaza la semana pasada, acusando a Israel de «obstrucción sistemática» de las entregas humanitarias. Israel, que acusó a Hamas de saquear la ayuda proporcionada por la ONU, impuso un bloqueo total sobre Gaza entre marzo y mayo.
La Franja de Gaza llegó a un «punto de quiebre», declaró por su parte la directora del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Cindy McCain, tras una visita al lugar.
«Me encontré con niños que mueren de hambre y reciben tratamiento por desnutrición grave, y vi fotos de ellos cuando estaban sanos. Son irreconocibles», afirmó citada en un comunicado.
«La desesperación está en su punto máximo y fui testigo directo de ello», añadió. McCain estuvo en Deir el Balah, donde visitó una clínica que atiende a niños que sufren de desnutrición y se reunió con madres desplazadas que le contaron su lucha diaria por sobrevivir, y también en a Jan Yunis.