La diputada Celia Esther Fonseca Galicia (PVEM) promueve una iniciativa con la finalidad de que las autoridades implementen programas permanentes para detectar y atender de manera gratuita los trastornos que más afectan a niñas, niños y adolescentes, como la depresión y la ansiedad.

El documento, turnado a la Comisión de la Niñez y Adolescencia de la Cámara de Diputados, plantea adicionar un párrafo a la fracción XVI del artículo 50 de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes.

La diputada precisa que con esta modificación se garantizaría que los servicios de salud incluyan diagnósticos y tratamientos accesibles para las y los menores y las autoridades tendrían la responsabilidad de desarrollar estrategias de prevención en colaboración con el sistema educativo y las familias.

Asimismo, se establecerían mecanismos de monitoreo y evaluación para asegurar que estos programas cumplan el objetivo de proteger la salud mental infantil, pues su abandono es una crisis silenciosa que ha sido ignorada históricamente dentro de las políticas públicas de México.

Menciona que trastornos como la depresión y la ansiedad afectan cada vez más a menores con consecuencias devastadoras para su bienestar y desarrollo integral, de ahí que se busca garantizar que las autoridades federales, de las entidades federativas, municipales y demarcaciones territoriales de la Ciudad de México, implementen programas permanentes para la detección y atención gratuita de estos trastornos.

Es decir, se pretende que los servicios de salud detecten y atiendan de manera especial los trastornos mentales en menores, se apliquen programas permanentes y gratuitos de detección y atención de depresión y ansiedad, y se capacite a profesionales de la salud y la educación para identificar signos de alerta en la infancia.

De igual forma, se refuercen los protocolos de atención psicológica en las escuelas y centros de salud, además de garantizar el acceso a tratamientos especializados para niñas, niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad.

Con lo anterior, se asegura que ningún niño, niña o adolescente quede sin el apoyo necesario para recuperar su salud emocional y calidad de vida, pues en el país el panorama es alarmante. De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el 15 por ciento de los menores presentan síntomas de depresión y ansiedad.

Menciona que en los últimos años la salud mental de las y los menores se ha visto afectada por factores socioeconómicos, de violencia, crisis familiares, bullying escolar y por el impacto de la era digital, en medio de un carente sistema de salud y la falta de una estrategia integral para detectar y ofrecer un tratamiento oportuno de trastornos psicológicos.

Destaca que uno de los mayores problemas en la atención de salud mental es la falta de especialistas y centros adecuados, pues el país cuenta únicamente con tres psiquiatras infantiles por cada millón de habitantes, en tanto que en el sistema de salud menos del dos por ciento de los hospitales cuentan con servicios especializados en salud mental infantil.

Precisa que el 80 por ciento de las y los menores con trastornos emocionales no recibe atención médica ni psicológica adecuada, lo que aunado a la falta de profesionales y servicios especializados provoca que la mayoría de los casos no sean diagnosticados ni tratados a tiempo, y si no existe una estrategia clara de atención este tipo de problemas continuará invisibilizado y sin solución.

Frente a este panorama, la legisladora recalca que esta reforma, no solo busca mejorar la legislación sino cambiar la realidad de miles de niñas, niños y adolescentes que hoy sufren en silencio, por lo que garantizar su atención psicológica y psiquiátrica, es una cuestión de derechos humanos y de justicia social.