En los últimos 20 o 25 años del comercio hemos aprendido que se han generado ganadores y perdedores en el país, delimitados a partir de la distribución de las industrias, dijo el economista en el equipo de comercio e integración internacional del grupo de investigación sobre desarrollo del Banco Mundial, Román David Zárate.
Identificó a los estados de la región Norte y el Bajío de México como los que se han visto más beneficiados del intercambio comercial y la llegada de empresas que buscan relocalizarse para acercar sus cadenas de suministro hacia Estados Unidos.
Información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía muestra que los estados que integran la cadena Centro- Bajío y Occidente, concentran por ejemplo, más de una tercera parte de la producción total del equipo de transporte, donde destaca el sector automotriz.
Los estados incluidos en esta cadena son Guanajuato, Aguascalientes, Jalisco, Querétaro y San Luis Potosí.
Al participar en el seminario organizado por el Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi) y el Centro de Estudios México-Estados Unidos de la Escuela de Política y Estrategia Global (GPS) de la Universidad de California en San Diego, refirió que la aplicación de aranceles del 25% en el acero y aluminio comenzó a generar un impacto negativo en el Producto Interno Bruto (PIB).
Admitió que “existen predicciones” que sugieren que este aumento de los aranceles sobre el acero y aluminio “puede generar una pérdida de 3% en el PIB mexicano en los próximos dos o tres años, lo cual es sustancial”.
Ese sería el lado alterno del alto atractivo que han generado por años las entidades del Norte y Bajío, en este ajuste que está originando el gobierno de Estados Unidos.
Reconoció que la aplicación de aranceles afectaría a la economía mexicana por un lapso inicial de dos a tres años y su impacto será diferenciado en las regiones del país.
Así refirió que durante el último trimestre del año, en el norte se vio una desaceleración menos marcada que en el sur y matizó que “posiblemente estuvo relacionada con el mayor dinamismo del sector de la construcción, relativo a la relocalización”.
Aparte, durante la presentación del Reporte de Economías Regionales del Banco de México, la Directora de Investigación Económica en el banco central, Alejandrina Salcedo subrayó que seguirán atentos en Banco de México al comportamiento de las regiones con las particularidades de cada una.
Y refirió la información recopilada en el norte donde “la incertidumbre por aranceles sí está dificultando las actividades de las empresas, la toma de decisiones y en particular las decisiones de inversión”. Pero observó que tendrán que esperar a ver los distintos canales sobre los que se verán impactadas.
El Banco de México realiza mapeos periódicos sobre la situación de las economías regionales, como una estrategia que permite reaccionar oportunamente a los eventos que se presentan en el país y ayudan a eficientar las políticas estratégicas del banco central para el cumplimiento de sus objetivos.
La economista de Banco de México confió que la integración de las cadenas de producción regional continuará pese a la incertidumbre generada por las políticas comerciales del principal socio comercial de México.
“Hacia adelante hay que recordar que la integración de México y Estados Unidos ha sido muy estrecha por muchos años. Si bien actualmente hay incertidumbre sobre las políticas comerciales de nuestro principal socio comercial, es de esperarse que continúe la integración en las cadenas de producción regionales”, sostuvo.
Banco de México lleva seguimiento puntual a la relocalización de empresas a partir de encuestas a los empresarios de las regiones del país, desde junio del año 2023. Identificaron a las del centro norte y centro sur con efecto positivo de relocalización.