Frente al anuncio de la posible entrada en vigor del arancel del 30% por parte del gobierno de Estados Unidos, el diputado federal Alfonso Ramírez Cuéllar destacó que el gobierno mexicano ha reiterado su voluntad de diálogo y su compromiso con la legalidad comercial, manteniendo desde febrero negociaciones constantes con autoridades estadounidenses, así como acciones concretas en materia de seguridad fronteriza, combate al tráfico de drogas y control migratorio.
“México apuesta al fortalecimiento de América del Norte como una región productiva, competitiva y solidaria. Refrendamos nuestro compromiso con
la consolidación plena del T-MEC como instrumento de desarrollo compartido”, subrayó el legislador.
Desde enero de 2025, el gobierno de Estados Unidos ha promovido una estrategia comercial agresiva, basada en la imposición de aranceles unilaterales bajo el argumento de “emergencia económica nacional”. Esta política ha generado incertidumbre en los mercados, tensión en la relación bilateral y riesgos severos para la estabilidad económica regional.
En esencia, la estrategia actual de Estados Unidos busca presionar a sus socios comerciales para que reduzcan barreras y amplíen el acceso a sus mercados, bajo el argumento de corregir desequilibrios acumulados que habrían perjudicado a trabajadores y empresas estadounidenses.
En el caso de México, la retórica de la administración Trump ha insistido en que el país no ha hecho lo suficiente para contener el flujo de migrantes y frenar el tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos, utilizando los aranceles como herramienta de presión para obtener cooperación en esos temas.
No obstante, México ha emprendido diversas acciones en estos frentes: se han desplegado miles de elementos de la Guardia Nacional en la frontera sur y norte para reforzar el control migratorio; se han fortalecido los operativos conjuntos contra el tráfico de sustancias ilícitas; y se ha establecido un grupo binacional de trabajo con Estados Unidos para atender de forma integral los temas de seguridad, salud y comercio. Estas medidas reflejan una disposición activa al diálogo y a la cooperación, en el marco del respeto mutuo y del principio de corresponsabilidad.
Por su parte, el comercio bilateral entre México y Estados Unidos supera los 850 mil millones de dólares anuales. La economía estadounidense depende en múltiples sectores -como el automotriz, agrícola, electrónico y energético- de insumos y productos mexicanos. Al mismo tiempo, más del 80% de las exportaciones mexicanas tienen como destino ese país.
En el panorama actual, México desempeña un papel relevante dentro de la arquitectura comercial global. Su posición como principal exportador hacia Estados Unidos y como uno de los principales destinos de bienes provenientes de Asia lo convierte en un nodo estratégico en las cadenas de suministro internacionales.
No obstante, esta condición también implica retos: la alta concentración de sus exportaciones en el mercado estadounidense —que supera el 80%— lo hace susceptible a medidas unilaterales como los aranceles recientemente
anunciados. Sectores altamente integrados, como el automotriz, serían particularmente sensibles a estos cambios.
En ese contexto, el diputado exigió respeto al marco normativo del tratado comercial y un trato equitativo para México “México espera un trato comercial justo, a la altura de una relación entre socios estratégicos. Nuestro país ha cumplido con los compromisos asumidos en el marco del T-MEC y ha demostrado disposición al diálogo y la cooperación.
Utilizar medidas arancelarias como mecanismo de presión política desvirtúa el espíritu del acuerdo y pone en riesgo la confianza construida entre ambas naciones”, finalizó el legislador.