En el marco del 53 Congreso Nacional de la Federación Mexicana de Colegios de Abogados, la diputada federal Marcela Guerra Castillo, presidenta de la Comisión de Asuntos Migratorios, presentó un panorama integral de los desafíos que enfrenta México ante el fenómeno migratorio, subrayando la necesidad urgente de una armonización legislativa que garantice una política migratoria humanista y apegada a los derechos humanos.

“México ha sido históricamente un país de puertas abiertas, y hoy más que nunca debemos refrendar ese compromiso ético, constitucional y humanista. La migración no puede seguir tratándose como un tema de seguridad. Es una cuestión de derechos humanos”, afirmó.

Al participar en el Foro: “Los derechos humanos de las y los migrantes. Reflexiones de Parlamento Abierto”, la legisladora destacó, cómo la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos marcó un punto de inflexión en la política migratoria, al priorizar la seguridad y cerrar espacios al tránsito de personas, afectando directamente la relación bilateral.

Sostuvo que la migración no es un fenómeno nuevo, sino parte de la historia humana, y que México debe actuar desde su papel geopolítico clave con corresponsabilidad internacional y enfoque humanitario. “Desde la armonización legislativa hasta la defensa del patrimonio de nuestros connacionales en el exterior, debemos plantear soluciones y transformar los consulados en verdaderos centros de protección y justicia, sin criminalizar a quienes migran“.

Desde la antigua casona de Xicoténcatl, la congresista del PRI también hizo un llamado a las barras y colegios de abogados, así como a organizaciones de la sociedad civil, a sumar esfuerzos en la defensa de los derechos de las personas migrantes.

“Solos no podemos. Debemos construir una red de apoyo entre instituciones, sociedad civil y organismos internacionales para garantizar una migración segura, ordenada, regular y, sobre todo, digna”, aseguró.

Para replantear la política migratoria, Guerra Castillo propuso como puntos centrales: el reconocimiento de nuevas categorías migratorias, como las personas desplazadas por cambio climático o violencia; no criminalización de los migrantes y garantía del respeto irrestricto a los derechos humanos; así como fortalecer la red consular mexicana en EU, especialmente ante una posible oleada de retornos masivos de connacionales. Además de asegurar la protección del patrimonio, identidad, reunificación familiar y acceso pleno a programas sociales y educativos para personas migrantes retornadas, y la implementación de corredores humanitarios y acceso expedito a la justicia para niñas, niños y adolescentes en situación de movilidad.

La diputada Marcela Guerra reiteró su compromiso con una legislación migratoria moderna, eficaz y sensible, que esté a la altura de los retos actuales y que tenga como eje fundamental a la persona.