El Grupo Parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados votó en contra de la reforma que modifica la Ley Federal de Competencia Económica y la Ley Federal de Entidades Paraestatales, por considerar que representa un grave retroceso en la regulación del mercado, debilita el equilibrio institucional y consolida un modelo autoritario en la política económica del país.

Al posicionar a nombre de los diputados priistas, la legisladora Leticia Barrera advirtió que con esta reforma, Morena busca controlar totalmente el mercado económico desde la Presidencia de la República, subordinando la política de competencia a intereses políticos, eliminando los contrapesos técnicos e institucionales.

Denunció que están eliminando un organismo que sirvió para analizar más de mil 500 fusiones, adquisiciones y alianzas entre empresas, que tan sólo en sus 50 asuntos más relevantes benefició con más de 36 mil millones de pesos a los consumidores mexicanos, que realizó más de 400 análisis en los marcos regulatorios y normativos locales y federales para evitar privilegios, eliminar barreras a la competencia con nuevas empresas, que impulsó multas por más de 12 mil millones

Afirmó que la nueva Comisión Nacional Antimonopolio no tendrá la independencia operativa que requiere una autoridad reguladora. Su sectorización a la Secretaría de Economía la convierte en un ente obediente del Poder Ejecutivo, sin capacidad para actuar contra monopolios públicos o privados vinculados al gobierno. No habrá imparcialidad técnica, habrá sumisión política.

En su intervención, el coordinador Rubén Moreira destacó el papel de los órganos autónomos para disminuir la influencia del presidencialismo que en algún momento sirvió a este país para la paz, pero, dijo, que ahora requiere contrapesos. Por ello cuestionó por qué volver a concentrar el poder en quien sea titular del Poder Ejecutivo.

A su vez, Ana Isabel González y Mario Zamora consideraron un grave error de la reforma el eliminar el proceso técnico de designación de comisionados, sustituyéndolo por nombramientos directos del Presidente y ratificados por mayoría en el Senado, lo que sepulta la objetividad y favorece el amiguismo y las cuotas.

Uno de los puntos más preocupantes, señalaron, es que las empresas públicas y sus proveedores quedarán exentas de la Ley Federal de Competencia Económica, legalizando el monopolio estatal sin reglas ni vigilancia. “Esto abre la puerta al favoritismo, a la corrupción y a la impunidad en sectores clave como energía, telecomunicaciones, transporte o internet”, insistieron.

Al presentar reservas, Ariana Rejón y Gerardo Sánchez alertaron que esta reforma rompe con los estándares internacionales establecidos por la OCDE, la UNCTAD y el propio T-MEC, lo que podría desatar conflictos comerciales y litigios internacionales por violaciones a las reglas de competencia justa.

“Morena quiere un mercado a modo, con un regulador a modo, para proteger monopolios del gobierno y castigar a quien los incomode”, señalaron los legisladores priistas.

Por qué les molestan tanto los órganos autónomos, cuestionaron, para responder que fue porque destaparon los grandes escándalos de este gobierno y enumeraron los casos de Segalmex, la Casa Gris, el clan de los hijos de AMLO, Tren maya, AIFA, DOS BOCAS, la vacuna patria, el gas bienestar, el sistema de salud como Dinamarca y otros fracasos más.

Expresaron que esta reforma no busca mejorar la competencia, busca someterla. En lugar de construir confianza, siembra incertidumbre, debilita la institucionalidad económica y ahuyenta inversiones.

“Sin técnica, sin autonomía y sin justicia, no hay verdadera competencia. Solo sumisión al poder”, concluyeron.