A un año de la elección presidencial en la que participó, Xóchitl Gálvez Ruiz aseguró que no dejará de levantar la voz porque, ante un gobierno que heredó el deseo por destruir instituciones, es momento de ser valientes y de seguir trabajando en recuperar la democracia y un país de libertades.
En su participación semanal en redes sociales, aseguró que, a pesar de los resultados de la elección de 2024, sigue pensando que había que estar ahí para dar la pelea contra el autoritarismo.
“Recuerdo que, aunque mis aspiraciones estaban puestas en Ciudad de México, decidí entregarme con toda mi fuerza y mi corazón a la candidatura presidencial. Lo decidí porque estaba convencida de que la forma de gobierno de Morena nos llevaría cada vez más a un país sin libertades y a un gobierno sin contrapesos”, señaló.
Detalló que se enfrentó a toda la fuerza del Estado y a un presidente autoritario que en su narrativa llevaba el bienestar del pueblo, pero escondía su objetivo de coaccionar el voto a favor de su partido.
“Una de las metas principales del proyecto que encabecé era evitar que Morena tuviera la mayoría en el Congreso. El desafío era mayúsculo. Queríamos evitar el Plan C de López Obrador que consistía en la aprobación de reformas que destruyen instituciones. Sin embargo, lo que no nos dimos cuenta es que los partidos políticos que me acompañaron no entendían que no podían medir su fuerza en función de su historia, ya que Morena les había arrebatado buena parte de sus liderazgos locales”, explicó.
Tras señalar que fue una campaña desde el corazón, que hizo crecer la energía cívica, Gálvez Ruiz detalló que López Obrador ya había trazado su estrategia desde años atrás y trabajó milimétricamente, con ayuda de los siervos de la nación y millones de pesos, para hacerse de votos para su candidata.
La ex senadora lamentó que lo que el electorado no le dio en las urnas, Morena lo consiguió en los tribunales, y a la mala obtuvo la mayoría calificada para aprobar reformas constitucionales sin que necesitara de la oposición: “Ya con su mayoría, Morena aprobó, entre otras, la reforma judicial, con la cual el poder Judicial estará sometido al poder Ejecutivo”.
Por otra parte, comentó que conoce al próximo ministro Hugo Aguilar desde hace 23 años, a quien consideró como un hombre cordial y conciliador, conocedor de los derechos de los pueblos indígenas. Sin embargo, lamentó que su llegada a la Suprema Corte sea a través de la elección del acordeón.