Pasadas las 9:40 de la mañana de este domingo 1 de junio, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo puso, una tras otra, sus boletas en la urna de la elección judicial; la mandataria tardó poco más de 11 minutos en anotar los números de los candidatos que eligió para ocupar la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el Tribunal de Disciplina Judicial, las salas del tribunal electoral, así como las magistraturas y juzgados, tanto federales como capitalinos.
Después de saludar a los funcionarios de casilla y los observadores presentes, la mandataria se unió a una consigna de «viva la democracia», saludó a los votantes que hacían fila afuera del recinto, señaló su pulgar pintado a la prensa, y cruzó la calle de Moneda en el sentido contrario al que tomó media hora antes, para ingresar de nuevo a Palacio Nacional.
En su oficina, la mandataria seguirá el desarrollo de la jornada electoral, cuyo éxito se medirá con la tasa de participación ciudadana, pues tanto el gobierno como Morena invirtieron mucho capital político para incentivar al voto, mientras que voces opositoras y detractores de la reforma judicial llamaron al boicot.
Todavía ayer, Claudia Sheinbaum subió un video en redes sociales donde alentó la ciudadanía a salir a votar y rechazó las acusaciones según las cuales la elección judicial está amañada; también negó que su gobierno o Morena organizaron el proceso electoral para hacerse del Poder Judicial de la Federación (PJF).
La casilla 4748 en la que votó la mandataria, ubicada en el Museo de arte de la Secretaría de Hacienda, en el antiguo Palacio del Arzobispado –a una banqueta de Palacio Nacional, cruzando la calle de Moneda–, abrió sus puertas al filo de las 8:30 de la mañana, lo que permitió a los vecinos madrugadores a poner las primeras boletas en la urna, y esperar afuera del recinto para ver a la mandataria, quien arribó poco después de las 9:20, junto con su esposo, Jesús María Tarriba.
A escasa distancia, en el Zócalo capitalino, los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) instalados en plantón para exigir la derogación de la ley del ISSSTE de 2007, terminaban de desayunar y tenían pequeñas asambleas en sus carpas, donde discutían sobre las asambleas de ayer y sobre las acciones venideras del movimiento.