Por Víctor Barrera

Los sectores productivos del país siguen en espera de que se aplique, al menos, la primera parte del Plan México, para empezar a notar si en realidad este puede ser el motor que mueva a la economía nacional a obtener crecimientos económicos por encima del medio punto porcentual y lo caer en desaceleración total que significaría un crecimiento por debajo de este pronóstico.

Como se sabe, los pronósticos para la economía mexicana han sido bastantes desalentadores y las empresas calificadoras señalan  que este año México tendrá un decrecimiento de menos 0.3 por ciento.

Las razones que dan estos resultados son conocidas y se basan en la incertidumbre jurídica que podría acrentar después de los primeros comicios para elegir a jueces, ministros y magistrados en México. Esto hace que exista una reducción de inversión y si esto se suma a otra reducción existente en el gasto publico, los efectos nos llevaran a ese decrecimiento económico.

Sin embargo en los últimos días se han dado a conocer algunos indicadores que muestran que nuestra economía empieza a mostrar signos de crecimiento, como las ofrecidas por el Inegi que mostro un crecimiento económico en el primer trimestres del año si se comparación el ultimo trimestre del 2024.

Este crecimiento fue impulsado principalmente por las actividades primarias, el sector agropecuario, que mostro un crecimiento de 8.1 por ciento en este mismo periodo. Aunque el sector Industrial y transformación cayo 0.3 por diento y el de servicios no mostro ningún cambio.

Estos resultados, se estima, fueron derivados por la incertidumbre creada por la guerra comercial iniciada por Estados Unidos, y esto motivo que muchos compradores de esa nación adelantaran sus compras para evitar pagar los aranceles en los niveles que impuso Trump de 25 por ciento.

Así se mostro también en el índice de exportaciones que tuvo también un crecimiento, lo que en gran medida respaldo el crecimiento económico nacional de México.

Estos indicadores son el motivo por lo que ahora se piensa que nuestro país sí lograra un crecimiento positivo al final de este 2025, pero deberemos ser cautelosos, porque a medida que pase el tiempo, y se apliquen aranceles o no, los consumidores de Estados Unidos irán disminuyendo sus compras, lo que podría causar una desaceleración en la producción de ese país y por supuesto de México como principal socio comercial.

Otros indicadores que se dieron a conocer no son tan positivos y estos podrían ponernos en la realidad del país como es el caso del consumo interno que presentó una caída de 0.1 por ciento, la inversión presento también una caída de 7.8 por ciento , lo que demuestra que no todo es tan bueno.

Si vamos a los datos de empleo formal tampoco son alentadores: al 30 de abril de 2025, el IMSS reportó un total de 22.4 millones puestos de trabajo afiliados, con una caída de 47 mil durante abril y en el acumulado del año una creación muy por debajo de años anteriores. Así que las señales muestran que estamos ya en una etapa de contracción económica.

Los consumidores nacionales ya no gastan lo mismo, derivado a los altos precios de los productos a la posibilidad de perder su fuente de ingresos. Por tanto pensar que la economía nacional l va bien no conviene a nadie. Debemos pararnos en nuestra realidad y exigir al gobierno federal que aplique la estrategia de fortalecimiento económico en el país.

El Plan México tiene algunos puntos relevantes que podrían reactivar el crecimiento económico, pero es necesario ya activarlo y no seguir esperando más tiempo.