Una Breve
Emilio Trinidad Zaldívar
¿Será mayor la fuerza de un ex que la de una en funciones? ¿Será que él junto con su heredero Andy logre permanecer por encima de ella para atarla de manos y decidir lo que a ella de acuerdo a la ley y al cargo le corresponde?
¿Tenerla cercada o rodeada de fieles e incondicionales a él –¿no era que viva el rey, muera el rey?– la harán dócil, sumisa, obediente, doblada por lo que resta de su sexenio?
Hasta hoy es un poder que Claudia Sheinbaum rechaza o que ejerce a medias para no levantar al león de su guarida, pero el cargo es suyo, aunque parezca prestado.
Si está cambiando la estrategia de “abrazos, no balazos” por una de “les confisco drogas, les destruyó laboratorios y los detengo”, ¿no podría hacer lo mismo en otras áreas que parecen escrituradas para el tabasqueño y que lo único que generan son problemas y descarada corrupción?
¿Es de López Obrador el Congreso (Senado y Diputados), con todo y que desde ahí le dinamitan propuestas a la presidenta? ¿Es intocable e inamovible el corrupto de Zoé Robledo del IMSS?
O a pesar de que le prueben y quede claro que hay aspirantes a jueces, magistrados y quizás hasta ministros cercanos a criminales, ¿guardará silencio o será tibia como hasta hoy se conduce en este tema?
¿No se hizo del bastón de mando, el real al protestar el cargo?
La propuesta de ley para limitar, amagar, censurar y controlar también a los medios de comunicación, hasta los digitales, es de López Obrador y no de ella, que la deja mal parada e incongruente cuando hace ya varios años justo por defender a su tutor, ella exigía a Enrique Peña Nieto no meterse con los medios digitales, al decirle que actuaba como “dictadorcito” al tratar de “censurar” al Internet, en férrea defensa de la postura del tabasqueño.
Hace lo mismo con la reforma al Poder Judicial, que no es propuesta suya, donde ni se va a acabar con la corrupción y sí habrá jueces, magistrados y quizás hasta ministros -además de sometidos al poder supremo- coludidos o asociados con delincuentes.
Otra torpeza, error e insensatez -de la que seguramente se arrepiente- fue sin duda alguna no asistir a los funerales del Papa Francisco, donde cruzaría saludos y haría compromisos de encuentros futuros con mandatarios de otras naciones, pero el de Palenque debe estar feliz porque justo eso, el no asistir, le hubiera recomendado -¿o se lo habrá ordenado?-, el caso es que con su ausencia en el Vaticano, perdió una gran oportunidad que difícilmente se la va a volver a presentar para hacerse notar en el contexto internacional.
Lástima. Es de Claroscuros. Titubeante y pensando más en proteger la imagen de su antecesor que en cuidar la propia, que terminará si sigue así, más desacreditada que la del perverso expresidente.
Hasta hoy, y como discípula fiel para torcer la ley y no sancionar a nadie que haya cometido ilícitos, ha ordenado en Pemex, CFE, Sener, SICT, ISSSTE y otras áreas y dependencias del gobierno federal, no denunciar ningún acto de corrupción que encuentren de la administración anterior. Mal comienzo. Debe, por obligación legal y conveniencia personal, no sólo parecer sino ser la presidenta con todo el poder y responsabilidad que ello conlleva.
Corre el tiempo.
En su mano, en su silla, en su investidura, está la autoridad, el poder para hacer de ésta, su presidencia.
No ser una figura que el tabasqueño pueda ningunear a su antojo.
Cierto es que a veces Claudia Sheinbaum parece encerrada por cuatro flancos de horror: por un lado, López Obrador y su perversidad y ambición; por otro Andy y su pandilla, armando un tinglado para ser él la real figura del movimiento; uno más donde Adán Augusto López Hernández le pretende desestabilizar el escenario político y ganar terreno pensando que su paisano se la debe, y el último, donde Ricardo Monreal Ávila juega al estira y afloja, expresando en público que todo el apoyo es para la presidenta, pero en corto o en privado, dejando ver que no la respeta y diciendo a sus cercanos que cada que puedan le pongan piedritas en el camino para todo cuanto ella proponga.
Qué bonita familia la de los Morenos. Leales, fieles, honestos, disciplinados, discretos, humildes, sencillos.
Claudia Sheinbaum Pardo camina en terreno minado, pero por los propios compañeros de aventura política.
Así nada más.