Por Víctor Barrera
El autoritarismo cobijado con la demagogia empieza a hacer mucho daño a México y posiblemente esto no lo veamos hasta que el partido oficial y sus aliados pierdan la presidencia de la república y la mayoría de los gobiernos estatales. Pero para entonces será muy tarde.
Todo esto porque a pesar de que estamos viendo que la concentración del poder se empezó a dar desde el sexenio anterior, artífice de la nombrada 4T, la demagogia con la que actúan algunos gobernadores para tratar de ocultar sus golpes autoritarios debería poner focos rojos a la población para que empiecen a analizar si se requiere de una continuidad que hace más daño que beneficio.
Los actos muestran un autoritarismo, como lo realizado por el gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, que expropio hectáreas de terreno a una empresa de su estado para construir casas habitación a los policías, no puede ser más que una el inicio de una pandemia que pueda recorrer a toda la república.
Porque el curso que ha tomado la destrucción del Poder Judicial, encubierto en el manto de la democracia pero que tiene la finalidad de establecer de manera completa un autoritarismo al ejercer el poder Ejecutivo superioridad al Judicial.
Esas elecciones de magistrados, ministros, jueces solamente es tratar de justificar que quienes salgan electos deberán obedecer al poder Ejecutivo, porque el partido oficial los puso en el cargo.
Y en el momento de existir alguna controversia judicial sobre el actuar del poder Ejecutivo, en sus tres niveles, la decisión del Poder Judicial será buscar solventar a favor de estos en cada juicio.
Y justamente a algunos meses de llevarse ese acto democrático, la soberbia del gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, se presenta y muestra como el Poder Ejecutivo actuará frente a la población entera, porque si no se dona lo pedido por el gobierno, entonces será expropiado.
Esto, repito, abre la puerta para que otros gobernadores actúen de igual manera porque el Poder Judicial será doblegado por el Ejecutivo.
Otros actos de autoritarismo fueron y sigue siendo la toma de los fondos y fideicomiso que se construyeron para aliviar males que por alguna circunstancia se padeciera en el país, pero estos fueron más allá porque también se tomaron fondos de particulares como los del Poder Judicial, para con ellos el Ejecutivo tener recursos para hacer frente a sus caprichos.
En esta ocasión Nacional Financiera, que fungía como albacea de los recursos, que durante años fueron aportando los mismos trabajadores del Poder Judicial, los entregó a la Tesorería de federación, sin intermediar una orden judicial., violentando la ley, que no será sancionada porque trabajan para el gobierno federal.
Y si hablamos del actuar de los militantes de morena, estos sienten que son dueños de hacer en el país lo que les venga en gana, como los casos específicos de la senadora Andrea Chávez, la superioridad constitucional que utilizan los legisladores del oficialismo para violentar leyes y acuerdos políticos que ellos mismo antes pedían se cumplieran.
Los argumentos de todo esto se envuelve en demagogia, utilizando palabras como “se trabaja para el pueblo”, “no permitiremos que se siga saqueando al pueblo”, “Me juzgas por querer llevar salud a las comunidades”, entre otras porque utilizan la clave es la palabra pueblo y con ello saben que nadie actuará en contra de ellos.
La demagogia es utilizada como Carta de Corso para hacer lo que les venga en gana porque a nadie deben rendir cuentas y los organismos que las pedían han sido desparecidos. Si esto no es autoritarismo no sé cómo se pueda nombrar.