El progrmma Cosechando Soberanía, que fue presentado como “la estrategia para garantizar la soberanía y la autosuficiencia alimentaria en México, y que pretende alcanzar en 2030, una producción de 25 millones de toneladas de maíz; un millón 200 mil toneladas de frijol; 450 mil toneladas de arroz y 15 mil millones de litros de leche, resulta insuficiente en función de lo que el mercado nacional demanda.

Estadísticas del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), sistematizadas por el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), señalan que, tan solo en 2025, México va a tener que comprar 60 por ciento de los granos y oleaginosas que consume y 20 por ciento de los productos pecuarios que requerirá.

Esto es tendrá que importar 54 por ciento del maíz, 81 por ciento del trigo, 51 por ciento de la carne de cerdo y 20 por ciento del pollo que consumirán los mexicanos en 2025.

Por tanto el programa Cosechando Soberanía, anunciado por el gobierno hace unos días, es insuficiente y solo implica volver a lo que se quito durante el sexenio de Andrés Manuel lópez Obrador en materia de financiamiento, seguros y apoyos a la comercialización, asi lo considero Juan Carlos Anaya, director general de GCMA.

El consultos agrega que el problema es que hoy ya no contamos con Financiera Nacional o Agroasemex, que eran instituciones que realizaban esas tareas.

“No va a ser un tema fácil y tendremos qué ver de dónde se disponen los recursos presupuestarios para financiar los apoyos anunciados”.

Además, destaca que el tema de la sequía “nos está pegando” y eso no se va a arreglar con programas.

El programa Cosechando Soberanía, solo se enfoca en los estados más ineficientes del país y que se dedican al autoconsumo, por ejemplo, en el caso del maíz, se considera Chiapas, Veracruz, Campeche, Oaxaca, Guerrero, Tabasco, Yucatán y Morelos, ocho entidades que en conjunto producen sólo el 20 por ciento del maíz, mientras que Sinaloa produce el 25 por ciento de la oferta nacional no fue mencionado.En frijol, se incluyen Zacatecas, Durango y Nayarit, que producen 32 por ciento de la oferta nacional, mientras que Sinaloa produce el 27 por ciento y tambien lo dejan fuera.

En cuanto al financiamiento, es necesario retomar que en los ultimos años se ha reducido el presupuesto al sector agripecuario dejando a un campo casi improductivo. En 2018 la produccion nacional de maiz era de 28 millones de toneladas y se importaban 16.5 millones de toneladas, es decir, teníamos una dependencia alimentaria del 37 por ciento del resto del mundo, pero este 2025 la producción nacional se desplomó a 21.3 millones de toneladas y vamos a importar 25 millones de toneladas, es decir, el 54 por ciento de nuestras necesidades de consumo.

Esto demuestra que la politica agropecuaria de ese sexenio fue totalmente negativa provocando el desplome de la producción nacional, el aumento de las importaciones y el encarecimiento de la canasta básica.

A esto se suma que se quitaron progrmas y apoyos que tenía la agricultura comercial y que ahora se desperdician en programas ineficientes y clientelares, como Fertilizantes para el Bienestar y Producción para el Bienestar.

Las estadísticas señalan que tan solo el año pasado, México tuvo una producción de 23 millones de toneladas de maíz (dos menos de la meta del gobierno para 2030) y tuvo que comprar en el extranjero 23.6 millones de toneladas más, para satisfacer la demanda del mercado interno.

De la producción nacional 19.03 millones de toneladas serán de maíz blanco y 2.69 de amarillo, mientras que de las importaciones se esperan sean 24.68 millones de toneladas de maíz amarillo y 0.50 de maíz blanco.

De las 19.62 millones de toneladas de maíz blanco 14.14 millones serán para consumo humano comercializado en nixtamal (10.04 millones de toneladas), harina (3.34 millones de toneladas) y Diconsa (0.76 millones de toneladas) y 4.46 millones de toneladas es la producción de autoconsumo y el resto, alrededor de 1.01 toneladas para semilla y merma.

En materia de trigo, en 2024 se tuvo una producción de 2.6 millones de toneladas cultivadas en 0.5 millones de hectáreas, lo cual representa una baja considerable si se considera que en 1994 se cosecharon 4.2 millones de toneladas cultivadas en una superficie de un millón de hectáreas. Lo grave es que las proyecciones señalan que para 2025 se van a cosechar 1.2 millones de toneladas sembradas en 0.3 millones de hectáreas.

Esos niveles de producción explican que en 2025 se espera importar 6.7 millones de toneladas, un nivel récord. En 2024 se compraron fuera de México 5.9 millones de toneladas.

Eso se debe a que la sequía ha afectado gravemente a Sonora donde se produce 55% del trigo mexicano, explica Claudia Fernández, quien señala que la caída esperada para este año en las milpas sonorense es de 82 por ciento.

Con esa producción, refiere, el indicador de autosuficiencia será de 19 por ciento , cuando en 2024 fue de 32 por ciento en 2023 del 45 por icento y en 1994 era de 76 por ciento.

De acuerdo con el director general de GCMA, Juan Carlos Anaya, las proyecciones indican que en 2025 el índice de autosuficiencia agropecuaria total de México será de 89por ciento, es decir cinco puntos porcentuales menos que el sexenio pasado.

Las cifras muestran que durante el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, el indicador promedio de autosuficiencia alimentaria del país cayó cuatro puntos porcentuales respecto del sexenio del presidente Enrique Peña Nieto.

Entre 2013 y 2019, el indicador de autosuficiencia de la producción agropecuaria nacional fue de 98 por ciento y bajó a 94 por ciento entre 2019 y 2024.

Con ello, durante el sexenio anterior México se ubicó en el mismo promedio que se tuvo durante el sexenio del presidente Felipe Calderón (de 2001 a 2006). Durante el sexenio del presidente Fox fue de 91 por ciento.

Si se analizan los datos de crecimiento del sector desde el sexenio del presidente Ernesto Zedillo, se observa que durante la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador se obtuvieron los peores resultados, pues ese indicador fue de 0.1 por ciento, comparado con el 1.8 por ciento de la administración del presidente Enrique Peña Nieto; 1.0 por ciento de Felipe Calderón; 4.4 por ciento de Vicente Fox y 3.2 por ciento de Ernesto Zedillo. En 2025 se espera que la tasa tenga un registro negativo (-0.4%).

Las proyecciones indican que, en 2025 caerá una posición en el ranking mundial de producción de alimentos, al pasar del noveno al décimo lugar, con todo y que, a escala internacional, México ocupa el octavo lugar en producción de maíz, quinto en sorgo y onceavo en frijol.

En el sector pecuario es el séptimo productor de bovino; sexto de pollo, quinto de huevo y noveno de leche. Es el sexto productor mundial hortofrutícola y el principal exportador de seis frutas y verduras.

Según GCMA, México pasó de producir 150.3 millones de toneladas de productos agropecuarios en 1994 a 294 millones de toneladas en 2022; sin embargo, para 2024 bajó a 281.5 millones de toneladas y se espera que para 2025 baje a 280.3 millones de toneladas.

En términos de valor económico, en 1994 el valor de la producción agropecuaria nacional se estimó en 27 mil 500 millones de dólares y para el año pasado se incrementó a 100 mil 500 millones de dólares, pero se espera que para 2025 baje a 92,100 millones de dólares.

Hasta el año pasado, México era considerado el noveno productor de productos agropecuarios, pero se espera que para 2025 se desplace al décimo lugar.

Al respecto, Juan Carlos Anaya, considera que eso se debe a los problemas de sequía ya que no se ha incrementado la productividad. Además, “algunos sectores ya no están produciendo por el tema de (debilidad del) Estado de derecho”. “Estamos apostándole más a los temas asistenciales que a los productivos”.

Anaya llama la atención en que, si bien en los últimos 30 años el sector granos y oleaginosas creció 11 por ciento, no ha sido lo suficiente para alcanzar la autosuficiencia alimentaria de la nación.

En el caso concreto de ese subsector, en 1994 México producía 29.2 millones de toneladas en 13.3 millones de hectáreas y llegó a 40.8 millones de toneladas en 11.7 millones de hectáreas. En 2023 la producción fue de 40.1 millones de toneladas en 9.9 millones de hectáreas y para 2024 fue de 34.7 millones de toneladas en 10.5 millones de hectáreas. La mala noticia es que las proyecciones indican que en 2025 la producción baje a 32.4 millones de toneladas en 10.1 millones de hectáreas.

En 1994 el valor de la producción de granos y oleaginosas fue de 6 mil millones de dólares. Esa cifra se elevó a 14 mil 900 millones de dólares en 2023, pero para 2024 bajó a 11, mil 500 millones de dólares y para 2025 se estima baje a 10 mil 400 millones de dólares.

En los últimos años, el indicador de autosuficiencia de la producción de granos y oleaginosas tuvo su mejor marca en 2012, cuando se ubicó en 60 por ciento. El 2024 fue de 43 por ciento y se espera que para 2025 baje a 40 por ciento. México va a ser el segundo país después de China que va a importar más granos y oleaginosas porque solo va a producir 40 por ciento de lo que va a consumir.

Juan Carlos Anaya subraya que, debido a la sequía, Sinaloa que era la potencia en producción de granos y oleaginosas va a pasar al segundo lugar con 9 por ciento de la producción pues Jalisco se ubicará como el número uno con 11 por ciento.

En 2024, la producción de granos y oleaginosas del país fue de 34.7 millones de toneladas y se importaron 46.7 millones; para 2025 las proyecciones indican que se producirán 32.4 millones de toneladas y se importarán 49.6 millones de toneladas, es decir 6.1 por ciento más que el año pasado.

El experto indica que, si bien se trata de un sector al que el gobierno canaliza recursos, el problema estriba en que son mal orientados.

Desde su perspectiva se deben canalizar recursos a la innovación, al financiamiento y a la tecnología pues regalar fertilizantes no lleva a nada, ni regalar dinero a través del programa “Sembrando Vida”. “Dinero sí hay, nada más que hay que aplicarlo bien”.

En el sector hortofrutícola, el indicador de autosuficiencia en la producción fue de 129 por ciento en 2024, cuando se cultivaron 42.4 millones de toneladas en una superficie cosechada de 2.3 millones de hectáreas. Las proyecciones indican que en 2025 aumentará la producción a 44.7 millones de toneladas en una superficie de cosecha de 2.4 millones de hectáreas, con lo que serían cifras similares a las registradas en 2023, uno de los mejores años de los últimos 30. Este año se espera que el indicador de autosuficiencia sea de 128 por ciento. En el año 2000 el país todavía no era autosuficiente en ese renglón.

En 2024 el valor de la producción en este subsector fue de 30,700 millones de dólares y para 2025 se espera baje a 26,600 millones de dólares.

Se espera que los cultivos con mayor producción este año sean naranja, aunque se espera una disminución marginal de 0.3 por ciento respecto 2024; tomate rojo que se espera se incremente 17.7 por ciento respecto del año anterior; chile verde, que se espera se produzca 11.4 por ciento más que el año pasado; limón que se espera cultivar 2.9 por ciento más que en 2024 y aguacate que se espera cosechar 14.2 por ciento más que en 2024.

En este subsector, en 2024 se importaron un millón de toneladas y este año se espera que sea una cantidad similar.

Para el director general de GCMA, ese subsector funciona bien y prueba de ello es que la cantidad que se produce es, como se indicó, apenas en 2.4 millones de hectáreas. Ahí sí somos muy productivos. Ahí sí hay innovación, tecnología. Lo único que necesitamos es que el gobierno nos de seguridad, estado de derecho. No se requiere de apoyos, nada más certeza.

México no es autosuficiente en el sector pecuario. En el año 2000 México producía 87 por ciento de los productos del subsector que consume, pero en 2003 y 2004 sólo ha producido 81 por ciento y se espera que en 2025 solo 80 por ciento. La FAO recomienda que cada país debe producir entre 70 y 75 por idento de lo que consume de este subsector.

Si bien la producción se ha incrementado durante los últimos años, pues se pasó de 12.4 millones de toneladas en 1994 a 25.6 millones de toneladas en 2024 y este año las previsiones indican 25.50 millones de toneladas, será necesario comprar 20 por ciento de lo que consume el mercado nacional.

El año pasado el valor de la producción se calculó en 43,700 millones de dólares y se espera que la de 2025 sea de 39,900 millones de dólares.

Los productos pecuarios con mayor producción son leche, que se espera producir este año 14.2 millones de litros y representará un incremento de 2 por ciento respecto de 2024; ave 4.1 millones de toneladas, es decir 2.3 por ciento más que en 2024; huevo con 3.4 millones de toneladas que significarán 2.4 por ciento más que en 2024; bovino 2.0 millones de toneladas, es decir 13.2 por ciento menos que en 2024 y 1.6 millones de toneladas de cerdo, que será 11.6 por ciento menos que en 2024.

En 2024 se importaron 6.51 millones de toneladas de productos pecuarios y en 2025 se espera se importen 6.84 millones, es decir 5.1 por ciento más.

Al respecto, Juan Carlos Anaya, llamó la atención que en México se enfrenta un problema de enfermedades en los cerdos, lo cual ha motivado la baja en la producción.

En el caso del ganado bovino también se espera una baja en la producción, derivado de la sequía.

Claudia Fernández detalla los indicadores de autosuficiencia en el subsector para 2025: en carne de bovino México producirá 1 por ciento más de lo que consume; en carne de cerdo solo 49 por ciento de lo que consume, en pollo 80 por ciento de lo que consume.

En la balanza comercial internacional, México tiene un déficit en el sector pecuario de más de 7 mil 750 millones de dólares, pues se exportan 3 mil 454 millones de dólares y se importan 9 mil107 millones de dólares.