La Franja de Gaza se convirtió en un «campo de la muerte» donde el bloqueo de Israel no permite el ingreso de ningún tipo de ayuda, denunció el martes el jefe de la ONU, una acusación rechazada por el gobierno israelí, que aseguró que «no hay» tal escasez.

«Ha pasado más de un mes sin que haya llegado una gota de ayuda a Gaza; ni alimentos, ni combustible, ni medicinas, ni suministros comerciales. A medida que se agota la ayuda, se han vuelto a abrir las puertas del infierno», dijo este martes el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, a la prensa en la sede de la ONU.

«Gaza es un campo de la muerte y los civiles están atrapados en un bucle de muerte sin fin», agregó.

El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores israelí, Oren Marmorstein, respondió tajante en X: «No hay escasez de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza».

«Más de 25,000 camiones cargados de ayuda entraron en la Franja de Gaza durante (…) el alto el fuego» y «Hamás utilizó esta ayuda para reconstruir su máquina de guerra», añadió el responsable.

También acusó al jefe de la ONU de «difundir calumnias contra Israel».

Guterres hizo hincapié, según marcan los Convenios de Ginebra, en la obligación de la «potencia ocupante» de garantizar el suministro de alimentos y medicinas a la población local.

«Nada de eso está ocurriendo hoy. Ningún suministro humanitario puede entrar en Gaza», afirmó.

Guterres denuncia las propuestas israelíes sobre el control de la ayuda a Gaza, que una fuente de la ONU dijo a la AFP que incluían la supervisión de las calorías para evitar su uso indebido por parte de Hamás.

«Permítanme ser claro: no participaremos en ningún acuerdo que no respete plenamente los principios humanitarios: humanidad, imparcialidad, independencia y neutralidad», agregó.